Reino Unido comenzó el martes la vacunación masiva de su población contra el COVID-19, convirtiéndose en la primera nación occidental en hacerlo, en un esfuerzo global que plantea uno de los mayores desafíos logísticos en la historia de tiempos de paz.
En el denominado “Día V”, los trabajadores de la salud comenzaron a inocular a la población con una inyección desarrollada por Pfizer y BioNTech, en el que será un caso de prueba para el mundo en su lucha por la distribución de un compuesto que debe almacenarse a menos 70 grados centígrados.
Margaret Keenan, una abuela que cumple 91 años en una semana, se convirtió en la primera persona en el mundo en recibir la vacuna fuera de un ensayo cuando recibió la inyección en su hospital local en Coventry, en el centro de Inglaterra.
“Es el mejor regalo de cumpleaños anticipado que podría desear porque significa que finalmente puedo esperar pasar tiempo con mi familia y amigos en el Año Nuevo después de estar sola la mayor parte del año”, dijo.
El lanzamiento alimenta la esperanza de que el mundo esté dando un vuelco en la lucha contra una pandemia que ha matado a más de 1,5 millones de personas, siendo Gran Bretaña el país europeo más afectado con más de 61.000 muertes.
Reino Unido es la primera nación a nivel mundial en comenzar las inoculaciones masivas con la inyección Pfizer-BioNTech, una de las tres vacunas que han reportado resultados exitosos de ensayos amplios después de haber sido desarrollada en un tiempo récord.
El secretario de Salud, Matt Hancock, describió el inicio de las vacunas como “Día V”.
“Si logramos hacer eso para todos los que son vulnerables a esta enfermedad, podemos seguir adelante y podemos volver a la normalidad”, declaró, agregando que esperaba que millones de personas se vacunen para fin de año.
El país ha ordenado suficientes suministros de la inyección Pfizer-BioNTech para vacunar a 20 millones de personas. Los desarrolladores dijeron que la vacuna era 95% efectiva para prevenir la enfermedad en los ensayos de etapa final.
Rusia y China ya han comenzado a proporcionar vacunas candidatas de producción nacional a sus poblaciones, aunque antes de que se hayan completado los ensayos finales de seguridad y eficacia.
En Reino Unido, se espera que estén disponibles alrededor de 800.000 dosis durante la primera semana, con prioridad para los residentes y cuidadores de hogares de ancianos, los mayores de 80 años y algunos trabajadores de servicios de salud.
Hancock dijo que tenía un “alto grado de confianza” en que Gran Bretaña recibiría otro lote de la vacuna la próxima semana.
El país es relativamente pequeño y con buena infraestructura. Sin embargo, los desafíos logísticos en la distribución de la vacuna, que solo dura cinco días en un refrigerador normal, significan que primero irá a docenas de hospitales y aún no se puede llevar a hogares de ancianos.
Sin embargo, a la inyección de Pfizer-BioNTech le esperan desafíos más grandes, así como a una vacuna desarrollada por Moderna que tuvo un nivel similar de éxito en las pruebas y se basa en la misma tecnología genética de ARNm que requiere tal almacenamiento ultrafrío.