Consideraron que la primera crisis que puede afrontar es la relacionada con la posible llegada de las caravanas migrantes provenientes de Centroamérica.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador debe establecer una política propia que impulse una migración ordenada, segura y legal, con el objetivo de evitar una crisis en la frontera norte que “descarrile” la reforma migratoria planteada por el nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, coincidieron especialistas.
En el foro virtual de EL FINANCIERO “El inicio de la era Biden”, moderado por Ana María Salazar, los internacionalistas Enrique Perret, Rafael Fernández de Castro y Gabriel Guerra consideraron que, si bien los principales retos que enfrentará Joe Biden en la Casa Blanca son el COVID-19, la recuperación económica y la polarización, la primera crisis que puede afrontar es la relacionada con la posible llegada de las caravanas migrantes provenientes de Centroamérica.
“La peor pesadilla política, no migratoria, no humanitaria, (sino) política para Joe Biden es que empiecen a llegar caravanas de migrantes a la frontera, porque, entonces, Trump y los suyos podrían decir: ‘ya ven, los están invitando a llegar, los están invitando a violar nuestras fronteras’”, advirtió el director de Guerra Castellanos y Asociados, Gabriel Guerra.
No obstante, explicó, un puente que tanto México como Estados Unidos pueden construir es en el referente a la ayuda para el desarrollo de Centroamérica, tema en el que tanto Biden como López coinciden.
De acuerdo con Rafael Fernández de Castro, columnista de EL FINANCIERO, es necesario que el gobierno mexicano defina una política propia para ordenar la migración en su propio territorio, con el objetivo de impedir que haya una crisis en la frontera que descarrile completamente la visión migratoria que tiene Biden.
“López Obrador empezó con una visión migratoria de ‘vengan hermanos centroamericanos’. Llegaron los hermanos centroamericanos y entonces fue cuando Trump tuiteó ahí les va un cinco por ciento de arancel hasta llegar a un 25 si no frenan esto. Entonces México cambió en 180 grados su política migratoria y ahora somos el filtro de Estados Unidos”, recordó.
“Tenemos que tener una política migratoria propia, y entender dentro de esto que México es ahora un lugar de llegada, por eso en 2019 hubo 70 mil solicitudes de asilo en México que fue un máximo histórico. Tenemos que tener una mirada regional e incluir a Centroamérica. Eso me parece de la mayor importancia para entendernos con Biden”, recomendó.
El director del US-Mexico Foundation, Enrique Perret, aseveró que el gobierno mexicano debe aprovechar el conocimiento que tienen sobre México y Centroamérica los nuevos oficiales de la administración Biden.
“Esas caravanas de las que hablaba Gabriel, evidentemente, incluso antes de la elección, muchos analistas en Estados Unidos escribían: ‘la primera posible crisis para Joe Biden es la llegada de miles de migrantes centroamericanos’”, consideró el experto en la relación bilateral México-Estados Unidos.
Por otra parte, Gabriel Guerra proyectó que en materia de medio ambiente, la administración de Biden tiene una visión mucho más de avanzada que la del gobierno mexicano, por lo que, al anticiparse problemas y choques, sería deseable que ambos gobiernos puedan acordar aquello con respecto al corredor fronterizo que sufre grandes impactos al medio ambiente.
“(Con Biden) la relación bilateral va a dejar de estar secuestrada con dos temas: comercio y migración. Ahora se van a tocar todos los temas y ahí es donde habría que entenderse de una manera o de otra, y no hemos visto, digamos, así como vimos a un López Obrador muy dispuesto a no pelearse con Trump, ha mostrado por lo menos incierto, si no es que un poco rejego, en la relación con Biden”, agregó Fernández de Castro.