A muchos sorprenden las declaraciones de Fernando Manzanilla Prieto sobre las ligas de Rafael Moreno Valle con el huachicol, actividad delictiva que no solamente ha cobijado, sino que también le ha servido para recibir favores. A cambio –cita el futuro Coordinador de la bancada del PES en la Cámara Baja- extiende cartas de impunidad.
El actual Gobernador Antonio Gali Fayad, al parecer, está involucrado.
Ha sido complicado para Fernando convencer que es real el rompimiento con el que fue su “amigo”, principalmente por los nexos familiares –cuñados- y porque varias veces trascendieron los disgustos que terminaron en diálogo y la “restauración” de la “amistad” que, ya se vio, nunca cumplió Rafael, desdeñando la inteligencia de quien fue su gurú, su conciencia para no excederse en el manejo del poder que lo pudiera convertir en tirano, en mentiroso y arraigar una ambición tan grande, que no le importara traicionar y entrar en componendas de las que difícilmente pudiera o podrá escapar.
Fueron reales, pero siempre puestos en duda los desencuentros entre Fernando Manzanilla y Rafael Moreno Valle. El primero, siempre cauto, mesurado, estratega, con la expectativa enorme de hacer un buen gobierno y de trascender en su carrera política; el segundo, cargando con la patología del ¡YO!, luego ¡YO! Y siempre ¡YO!, sin importarle nada ni nadie. Sus demonios le han aconsejado destruir todo lo que se interponga a su paso, incluyendo a la familia, pactando con quien le garantice beneficios mutuos y obediencia.
Por eso le fue fácil desconocer la amistad de Fernando, obligándolo a alejarse y pedirle regresar cuando lo necesitaba. No le fue difícil exhibirlo, tomando partido a favor de Eukid Castañón Herrera, a pesar de que éste fue sorprendido ejecutando actos de espionaje contra los principales funcionarios de la administración morenovallista, incluyendo al Ejecutivo y por supuesto a Manzanilla. No se conformó con espiar a los que enlistó como sus enemigos.
Bien intencionado, Fernando pensó que los arranques virulentos de Rafael, incluyendo el aventar celulares a sus funcionarios, bajarlos de la camioneta donde lo acompañaban, pendejearlos o mentarles la madre, eran producto de las presiones a las que está sujeto un mandatario, hasta que comprobó que la megalomanía y mitomanía son el resultado de su personalidad que nunca podrá extirpar.
Antes de ser Gobernador, Rafael prometió bienestar, desarrollo, acabar con la corrupción, encarcelar a los abusivos, desterrar la pobreza y propiciar la igualdad social. Casi nada cumplió, incluyendo no respetar a los hombres y mujeres que lo habían seguido en su carrera política. El mismo Manzanilla fue obstruido, afectado, incluyendo su relación familiar.
Hoy, los vientos soplan por otro rumbo.
Fernando Manzanilla ha dado muestras que su lejanía de Rafael no es invento y que nunca más se prestará a escuchar al que alguna vez consideró auténtico.
El ex Secretario de Gobernación sabe mucho.
Esta frase lo encierra todo.
LA DENUNCIA ANTES DE LA ELECCIÓN
Con la efervescencia electoral encima, 18 días antes del 1 de julio, Manzanilla acudió a la Fiscalía General del Estado donde despacha el impresentable Víctor Carrancá Bourget, acompañado de Miguel Barbosa Huerta y Gabriel Biestro Medinilla, a levantar una denuncia en contra del Diputado federal Eukid Castañón y el ex Gobernador Rafael Moreno Valle, a quienes responsabilizó del atentado que sufrieron brigadistas y simpatizantes de MORENA en su casa de campaña.
Citó Manzanilla que fue aproximadamente a las 3 de la tarde del viernes 29 de junio cuando al menos dos sujetos atacaron el vehículo de la Abogada de su equipo; posteriormente, rompieron los cristales de la puerta y una ventana lateral para finalmente aventar al interior del inmueble una bomba molotov casera.
Reiteró el señalamiento a Eukid y Rafael de ser los responsables del atentado, asegurando que al menos una semana atrás había notado que sujetos encubiertos estaban vigilando su casa de campaña utilizando drones; además, la persecución incesante a sus colaboradores.
Culminó diciendo: “Tengo suficientes datos que indican que van a querer violentar la elección. “Con grupos de choque están preparando cuáles son los lugares donde van a tratar de entrar para llevarse las urnas; le están apostando a reventar la elección”.
Es el mismo Eukid que prefirió Rafael por sobre el “amigo” de casi toda su vida.
Es el mismo Eukid que se encontraba en el hotel MM en estado inconveniente el 1 y 2 de julio.
Hoy, la elección de Puebla está en litigio.
La lejanía de Fernando Manzanilla Prieto y Rafael Moreno Valle es verdadera.