Los enemigos del nuevo gobierno centran sus críticas en el abstencionismo y hacen alharaca sobre la aparente fuerza política del PAN. Para su infortunio, nada alteró el resultado electoral. La voluntad ciudadana quiere ver a Miguel Barbosa Huerta como Gobernador Constitucional del Estado a partir del 1 de agosto.

Entre quejidos ponen en duda la legitimidad; lo hacen de manera superficial. Son mañosos.

Y colocan a Puebla como una entidad donde no hay orden ni justicia.

Pero no dicen que en una democracia auténtica se gana o se pierde por un voto y que la legitimidad se obtiene gobernando con eficacia y eficiencia.

Menos aceptan que las administraciones de Rafael Moreno Valle y Antonio Gali Fayad fueron una calamidad, prevaleciendo la corrupción a la alta escuela, dejando a Puebla endeudada como nunca en su historia.

El chiquero morenogalista apesta por doquier.

Tampoco se atreven a señalar que las cosas hubieran sido diferentes si el morenovallismo no hubiera puesto en práctica la alquimia electoral en 2018, que no es otra cosa que un fraude monumental que escandalizó al país entero, provocado la impugnación del proceso con sus consecuencias ya sabidas. Por esta razón es que serán llamados por el Congreso local a rendir cuentas los Consejeros del Instituto Electoral del Estado y un Magistrado del Tribunal Superior de Justicia, porque participaron activamente en el cochupo que, por cierto, encabezó visiblemente el operador estrella de Rafael Moreno Valle Rosas y Martha Erika Alonso, el amo del espionaje, Eukid Castañón Herrera.

Las declaraciones vertidas en ese sentido por el Diputado Gabriel Biestro son razonables, demostrando que hay memoria; que una cosa es la reconciliación y otra aceptar olímpicamente la impunidad.

Así que, Jacinto Herrera Serrallonga, Dalhel Lara Gómez y Federico González Magaña, quienes fungieron como Presidente, Secretaria General y Consejero del IEE, respectivamente, deberán responder a la convocatoria que podría desencadenar en sanciones severas, empezando por su destitución.

Los dueños del hotel MM alquilaron las instalaciones a sabiendas que se instalaría un laboratorio electoral.

Ahí fue encontrado el Magistrado del Tribunal Superior de Justicia, Israel Mancilla Amaro, en plena faena alterando actas.

También fue vista haciendo labores de supervisión y mensajería directa a Martha Erika Alonso para calmar sus nervios, su vocera Sandra Izcoa, quien logró escabullirse, como ya lo hizo recientemente de Puebla Comunicaciones.

Y existe la obligación de hurgar más allá de los citados, porque el Presidente del Tribunal Electoral, Fernando Chevalier Ruanova, no sólo expresó públicamente que votaría por Martha Erika, sino que fue beneficiado por el morenovallismo desde el 2015 al colocar a su hija Gretta Fernanda Chevalier Mora, como candidata suplente a Regidora en la cuarta posición por el Partido de Rafael, Compromiso Por Puebla (CPP) para los comicios de 2016 por la Alcaldía de esta capital; otro hijo, Luis Enrique Chevalier, fue candidato a Regidor en la tercera posición de la planilla registrada por Pacto Social de Integración (PSI) y Movimiento Ciudadano (MC) en el municipio de Amozoc.

Si eso le pareció poco, otro familiar del Magistrado fue hecho candidato, su hermano José Manuel Chevalier Ruanova, quien fue ubicado en la novena posición de la planilla registrada por el PSI en la contienda municipal.

Su conflicto de intereses fue manifiesta y cínica.

Total, mandaba entonces el jefe de la pandilla, Rafael Moreno Valle Rosas, secundado por su cómplice Antonio Gali Fayad.

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¿USTED SE EXPLICA por qué el farsante Enrique Cárdenas Sánchez gastó más de 40 millones de pesos en el pasado proceso, cuando hizo una pobre campaña centrada en la guerra sucia en la capital del Estado y en los municipios conurbados, ayudado por el voto duro panista y por algunos traidores morenistas?

Con todo y su mediocridad política, utilizó la cantidad millonaria; mientras que Alberto Jiménez Merino invirtió 38 millones y Miguel Barbosa 24.

La diferencia de trabajo en la campaña, el esfuerzo, el discurso, el acercamiento a la gente y la confianza, fue monumental a favor de Miguel Barbosa.

Hace falta una auditoría.

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