Personalmente, vía telefónica, el sábado 29 de junio se comunicó conmigo Ricardo Henaine Mezher. Posterior al saludo de rigor, me preguntó qué significaba la frase en mi columna Reflexiones de un día antes: “Por hoy, silencio; después, habrá mucho que contar”. Lo demás era una plasta negra sin texto. Mi respuesta fue escueta: “No tenía nada que escribir. Usted me dijo que no hiciera ninguna referencia sobre el cierre del periódico, así que decidí no hacer nada porque no tenía ganas. Es la primera vez que sucede en casi 6 años de Director de El Heraldo de Puebla”.
La charla telefónica duró aproximadamente una hora, entre palabras subidas de tono de ambas partes, pero con un colofón que permanece grabado. Él, me diría: “Espérame a que regrese de Europa el 12 de julio, voy a Puebla y platicamos. Si te liquido será conforme a la ley, de manera justa; igual a todo el personal. Sí te digo que el periódico lo voy a cerrar porque ya no hay enemigos a quien enfrentar, no tengo ninguna entrada de dinero y no tengo un peso para seguir sosteniéndolo”.
Mi contestación fue: “Mire, cuando yo entré a El Heraldo le dije que soy hombre de palabra y que le ofrecía mi lealtad y trabajo, pero que no me gustan las traiciones porque entonces me revuelvo. Si usted lo hace y me engaña, no admito reclamaciones. Yo, sigo siendo Periodista con libertad para escribir lo que quiera”.
Respondió: “Tienes mi palabra de que no será así; no te engaño; todo será como Dios manda y para que veas que soy buena onda, si te puedes colocar en otro lado cuenta con mi recomendación”.
No se fue a Europa, su preocupación era cerrar la operación con sus ahora socios, liquidar al personal de manera arbitraria e ilegal y circular la versión de que ya nada tenía que ver él en el periódico, a sabiendas de que pondría a otro de sus prestanombres que es familiar suyo.
Mientras yo estuve, convenios los hubo; siempre lo negó.
Afortunadamente nuestra relación fue de trabajo. Él como dueño y yo como Periodista con un salario. Algunos Directores anteriores fueron acusados de “rateros”, atándolos para no narrar su experiencia.
Yo sabía que nunca cerraría el periódico; es más, lo estaba ofreciendo desde un año antes. Su tirada era una sociedad donde él sería el mayoritario o en su defecto concesionar el cabezal, permaneciendo atrás recibiendo ganancias por convenios o negociaciones de otra índole y pensando siempre en recuperar los comodatos que le entregaron administraciones anteriores, creyendo que nadie estaba enterado.
Casi 6 años antes había hecho lo mismo abiertamente en las instalaciones de Chietla 911, colonia La Paz. El “comprador” que se prestó a la pantomima fue Eduardo Rivera Santamaría. Fue un acto burdo para deshacerse del 50 por ciento del personal que se unió a los despedidos de años anteriores. Algunos de ellos entablaron la demanda laboral ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje. Los que ganaron no han recibido ni un quinto.
Rivera Santamaría, su amigo entrañable hasta la fecha, se sonrojó al verme. Su treta estaba al descubierto.
Ricardo Henaine y el que esto escribe trabajamos juntos, es innegable, siendo el objetivo combatir la tiranía de Rafael Moreno Valle Rosas y Antonio Gali Fayad. Yo, era un perseguido más, obligándome el gobierno morenovallista a cerrar mi periódico ABC Puebla que siguió y sigue por internet.
No cumplió Ricardo Henaine Mezher el acuerdo de respetar y no traicionar.
¿Quién es el malagradecido?
¿Quién falla y miente vilmente?
¿Quiénes son los prestanombres de sus incontables negocios?
Si hubiera dudas, mire usted: Uno de los convenios que se firmaron el 11 de julio de 2019 a las 13 horas con 10 minutos, ante la Junta Local Número Seis y que tengo en mi poder, está firmado por uno de los despedidos y por el Licenciado Julián Neri Arguello en su carácter de apoderado legal de la ORGANIZACIÓN EDITORIAL HENA S.A DE C.V., empresa que se dedica a la fabricación de publicaciones y folletos publicitarios, imprenta en general, tal como lo acredita en términos de la copia certificada del instrumento notarial número 234 volumen 4 de la notaría pública número 4 de Huauchinango, Puebla.
Con el aval de la Junta, acredita que la relación laboral fue del 2 de marzo de 2019, al 2 de mayo de 2019 y que la citada ORGANIZACIÓN EDITORIAL HENA siempre cumplió con la otorgación de todas las prestaciones de ley.
¡FARSA absoluta!
Los que laboramos en El Heraldo de Puebla y fuimos despedidos, no nos contrató ORGANIZACIÓN EDITORIAL HENA; nunca hubo contratos ni prestaciones, al menos en los 6 años en que fungí como Director. Yo, fui contratado personalmente por Henaine Mezher en su casa-oficina de Polanco, allá en la Ciudad de México.
Y mires usted: En el directorio actual de El Heraldo de Puebla, que sólo tuvo un receso mañoso de unos días, pero que no se cerró como fue la versión del dueño, dice: El Heraldo de Puebla es una publicación de Organización Editorial HENA S.A DE C.V. Certificado de reserva de derechos al uso exclusivo del título (indautor): 04-2017-102412511000. Certificado de licitud de título y contenido: 17288.
Se imprime en los talleres gráficos de Grupo Sexenio Comunicaciones.
¡Qué cinismo!: Como se ve, ORGANIZACIÓN EDITORIAL HENA es la que liquida a los empleados despedidos y es la que aparece en el directorio actual del periódico. Nada más le falta agregarle HENAine y aclarar quién es el prestanombres, en este caso de Ricardo Henaine Mezher, en el diario que únicamente cambió de color, línea editorial, domicilio y de los que dan la cara, mientras que el mismo Ricardo Henaine vigila que nadie le quite lo que es suyo.
Si la ORGANIZACIÓN EDITORIAL HENA es una empresa que se dedica a la fabricación de publicaciones y folletos publicitarios e imprenta en general, cómo es que contrata para imprimir el periódico en los talleres gráficos del Grupo Sexenio Comunicaciones, propiedad del Diputado Gerardo Islas Maldonado, enemigo jurado de MORENA, de Miguel Barbosa y del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
¿También es socio Islas Maldonado o uno de los concesionarios de dos más que aparecen y que siempre fueron enemigos de Ricardo Henaine?
¿Sociedad o concesión perversa?, para el caso es lo mismo.
Nunca hubo venta.
Así lo afirman los que saben.
Los enemigos, ahora son amigos en torno a una sociedad o concesión en El Heraldo de Puebla.
Morenovallistas y Henaine, es la nueva cofradía. ¿O siempre existió?
Es la forma que encontraron los involucrados para infiltrar el Gobierno de Miguel Barbosa.
Quizá por eso cuentan que tendrán un envidiable convenio publicitario, así también con dependencias, ayuntamientos, empresarios, Partidos, universidades y con quien se deje.
Advierten los enterados que, el dueño Henaine Mezher, consolidó de tal forma la sociedad o concesión para no tener los mismos problemas que con el cabezal de El Heraldo de México que está en litigio.
Contar la verdad es cuestión de justicia, nada más.
directorabcd_reflexiones@yahoo.com.mx