Con especialidad en Medicina Interna y Onco-Hematología, así como una larga trayectoria en el servicio público en el área de salud, que es su gran pasión, el Doctor Miguel Ángel García Martínez asumió desde ayer la dirección del instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTEP), en sustitución de Karen Berlanga, quien duró 8 meses en el cargo.
Originario de Acatlán de Osorio, sabe lo que es el campo, la pobreza, la atención digna.
El haber trabajado para el Seguro Social, concretamente en el inmenso Hospital La Raza de la Ciudad de México; de haberse especializado en el Japón; de ser un Médico trilingüe y de cargar con casi medio siglo de atender a gente de todos los niveles, le confiere los atributos necesarios para entender que la decisión del Gobernador Miguel Barbosa, es acertada.
Ni hablar, llega alguien que sabe y mucho.
La demostración la ha dado: Talento, experiencia y capacidad.
Ninguna campaña adversa impidió que se hiciera justicia a García Martínez.
Recayó en él una prueba de fuego como es el enfrentar el COVID-19- y los resultados han sido alentadores. Sus conocimientos de organización de cada una de las áreas y la atención a derechohabientes y pacientes externos, han colocado al nosocomio del Estado como uno de los mejor evaluados.
Karen Berlanga, quien había llegado de la Secretaría de la Función Pública, no pudo con el paquete y prácticamente abandonó el campo de batalla por desconocimiento y miedo al contagio de la terrible peste.
No se puede ocultar que el ISSSTEP ha estado en el centro de la polémica por los malos manejos administrativos del inepto y abusivo Alfredo Arango; la imposición morenovallista de otro incompetente, Roberto Rivero Trewarta, quien se tituló de Licenciado en relaciones internacionales, ocupando incongruentemente el cargo, además de haber sido habilitado como Secretario de Salud; Jesús Arúm Ramé, él sí, Doctor, pero acostumbrado a dictar órdenes como jefe de burócratas, tampoco dio el ancho, a pesar de la protección de Melquiades Morales y Guillermo Pacheco Pulido; y, finalmente, Karen Berlanga, cumpliendo con la encomienda, aunque sus habilidades son otras.
Miguel Ángel García Martínez, reconocido también por ser un académico universitario y consejero de asociaciones y unidades médicas, no desaprovechará la oportunidad de extender a sus anchas los conocimientos que lo consoliden como un distinguido servidor público y leal a las instituciones.
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