En cada relevo sexenal se hizo costumbre escuchar que ahora sí se haría justicia para castigar a los abusivos que desviaron recursos públicos o se enriquecieron “extrañamente” de la noche a la mañana.
El discurso era parte de las campañas para ganar adeptos.
En la triste realidad todo quedaba en acusaciones que, verdaderas o falsas, se echaban a la basura y se reanudaba la fiesta…. ¡Muera el rey, viva el rey!
Cualquier Partido que ganara tapaba al otro, me refiero desde el momento en que empezó la alternancia a finales de los 80 entre el PRI, PAN, PRD y últimamente Movimiento Ciudadano.
Antes de eso, de la hegemonía priista ni hablar.
Con la llegada de MORENA se prevé un panorama distinto; se percibe la ola de un verdadero movimiento de transformación que tocará en todo el país. Basta citar que las encuestas dan por sentado, desde ya, que en 2021 el Partido de izquierda ganará 12 de las 14 gubernaturas en juego y habrá que sumar Presidencias Municipales y diputaciones.
En Puebla, Miguel Barbosa ha puesto en el escaparate la rendición de cuentas como medida de justicia y no de venganza.
Ayer, reiteró que pronto dará detalles en qué se gastaron o donde fueron a parar muchos millones de pesos que estaban destinados para atender el desastre que dejó el sismo de 2017.
Hay que recordar que la federación destinó a Puebla mil 670 millones de pesos en ese año, a través del FONDEN (Fondo de Desastres Naturales), siendo uno de los Estados que más recibió, después de Oaxaca.
Los mil 670 millones de pesos fueron etiquetados para atender la emergencia en la reconstrucción de viviendas e infraestructura pública dañada, contando carreteras, hospitales y escuelas, cantidad equivalente al presupuesto de 5 años que el FONDEN mandó a Puebla entre 2012 y 2017.
Con las auditorías que está realizando la administración de Miguel Barbosa, no sólo se probará que hubo recursos desviados, sino que se engañó a la gente afectada que hoy sigue pidiendo auxilio.
Hay muchos involucrados en este tema.
Pero también se han detectado anomalías en concesiones y abuso en asignación de obras directas con sobrecostos de espanto, con materiales de pésima calidad y otras innecesarias, cuando el Estado tiene el 64 por cierto de sus habitantes en condiciones de pobreza y marginación. No sólo tiene que ver el ex Gobernador Antonio Gali Fayad, igualmente Gerardo Islas Maldonado, Roberto Moya Clemente, Patricia Leal, Luis Banck Serrato, Jorge Aguilar Chedraui, entre otros, sin faltar el que fuera Auditor Superior del Estado, David Villanueva Lomelí, quien ocupó el cargo durante 8 años para luego empacar sus maletas con destino a Jalisco, donde es oriundo, como si nada debiera.
Ya no están Rafael Moreno Valle Rosas ni Martha Erika Alonso, pero viven sus amigos de componendas oscuras.
Reitero: No es venganza ni persecución, únicamente justicia.