Habrá un “voto educación” en las elecciones generales de octubre. Las razones.
El 82,4% de los estudiantes de Argentina que están cursando su último año de Secundaria, luego de 14 años de educación obligatoria, no alcanza el mínimo satisfactorio de aprendizajes en matemática y el 43% no lo alcanza en lengua –lectura- (pruebas APRENDER, mes de junio pasado).
¿Qué consecuencias tiene esta realidad en la elección?
En nuestro país hay hoy aproximadamente 12 millones de estudiantes en el ciclo obligatorio. Algunos de ellos, sus madres, padres, abuelos y tutores, en su caso, son votantes. También lo son el millón y medio de docentes y auxiliares que trabaja en las más de 60 mil escuelas distribuidas en las provincias y la Ciudad de Buenos Aires.
Esto supone una importante masa de electores (más de 10 millones de personas) que está vinculada directamente al problema educativo y palpó sus deficiencias con la crisis del COVID 19. Pero también hay una cifra alta de ciudadanos que le interesa la educación, en forma indirecta, como herramienta principal de civilización y de progreso para la República.
En este contexto, las propuestas educativas de los candidatos a presidente del debate del domingo 1º no fueron satisfactorias. Faltó precisión y se mostró que el tema no es prioritario (inclusive hubo errores en las cifras citadas, como en el caso de Milei que dio un número que era justamente al revés y nadie de los presentes se lo corrigió). Por eso es importante hablar del tema educativo en profundidad antes del próximo debate.
A continuación, se presentan diez motivos que fundamentan el porqué de ese “voto educación” en las elecciones de octubre.
1. Futuro: Las vacantes para sus hijos, la contención escolar y la calidad de los aprendizajes son temas cada vez más conocidos por las familias de Argentina. La pandemia despabiló. Hay conciencia general de que un bajo nivel de aprendizaje es sinónimo de dificultades futuras. Las propuestas más específicas, de los puntos siguientes, que expliquen cómo y en qué tiempos lograrán mejoras serán relevantes a la hora de votar.
2. Empleabilidad y desarrollo de los adolescentes: Los votantes están preocupados por las posibilidades de trabajo. Las propuestas que vinculen la educación con las necesidades del mercado laboral, de oficios, en el arte o en actividades vinculadas a mejoras sociales pueden ser vistas como soluciones prácticas.
3. Valorización Docente: La sociedad está cansada de políticos que dicen que la educación será prioridad en su gobierno pero llegada la hora de definir las condiciones de trabajo de los docentes, factor clave para lograr mejoras efectivas, bajan la inversión. Propuestas claras en este sentido que jerarquicen e incentiven la formación y los resultados serán tenidas en cuenta.
4. Reducción de la desigualdad educativa: La educación de calidad es un instrumento clave para darle a todos las mismas oportunidades. Las propuestas que promuevan claramente la equidad y el rol del Estado, en una sociedad con más de 40% de pobreza, serán valoradas para el logro de una sociedad más justa.
5. Tecnología: La masividad del celular y lo que supuso el COVID 19 han hecho tomar conciencia del papel de la tecnología, la ciencia y del rol de la educación al respecto. Las propuestas que fomenten la inversión y la formación en estas áreas serán bienvenidas.
6. Acceso a la Educación Superior: Este acceso es una preocupación para muchos argentinos. Las propuestas que aborden el costo y faciliten el ingreso pueden atraer el apoyo de jóvenes y familias a la hora de elegir.
7. Infraestructura: La calidad del entorno es esencial. Los candidatos que muestren un plan en infraestructura escolar, conectividad y dispositivos, pueden ganar el apoyo de la comunidad.
8. Evaluación y Rendición de Cuentas: Los votantes están cansados y quieren ver resultados medibles. Las propuestas que incluyan sistemas efectivos de evaluación y rendición de cuentas generan confianza.
9. Preparación para Desafíos: Temas como el cambio climático, los avances científicos, la inteligencia artificial deben estar en la enseñanza. El cambio de currículo y pedagógico en habilidades del siglo XXI como resolución de conflictos, trabajo en equipo, desarrollo de proyectos y las propuestas que integren estos temas pueden atraer a un electorado preocupado por estos desafíos.
10. Participación ciudadana y paz: Las políticas educativas que promuevan una educación que fomente la ciudadanía activa pueden ganar apoyo entre aquellos que valoran la democracia participativa y la defensa de la paz social.
En definitiva, la pandemia hizo subir un escalón a la educación como reclamo ciudadano que no debe subestimarse. Los votantes están atentos a las soluciones serias propuestas para mejorar los aprendizajes y estas pueden dar una ventaja en las urnas. Muchos levantan la voz diciendo: ¡yo voto educación!