Luis Enrique Quintero

La espectacular bronca registrada la madrugada de este viernes en “La cantina de don chingón”, ´de la Avenida Juárez, reveló la escandalosa corrupción de funcionarios y empleados del gobierno municipal, que encabeza Claudia Rivera Vivanco, quienes están obteniendo millones de pesos mediante la extorsión a propietarios de los antros que, en medio de la pandemia, operan de manera ilegal en la capital poblana.

El peligroso antro, localizado en 29 sur y Avenida Juárez, escenario de batalla campal en la que al menos diez  jovenzuelos resultaron lesionados, ha venido operando con toda normalidad burlándose de las disposiciones del gobierno del Estado, con la complacencia de la autoridad municipal.

Sin embargo, este prostíbulo sólo es uno de cientos que han seguido abriendo sus puertas; obviamente, gracias al pago de “cuotas” a inspectores que, a su vez, las entregan a funcionarios corruptos que, lógicamente, “le entran” más arriba y así hasta llegar a la más alta esfera del poder en Palacio Municipal.

Desde luego que esta no es una práctica nueva, por el contrario, tiene décadas que los gobiernos (de cualquier partido) tienen uno de sus principales ingresos -por abajo del agua- en las “cuotas” que pagan los lenones de casas de citas, table-dance, bares, prostitución callejera, hoteluchos de paso, etc.

En breve, presentaremos en este mismo espacio la relación de los antros que están operando en plena pandemia, con la conveniente protección del ayuntamiento, documento que ha sido facilitado por un empleado municipal un tanto indiscreto, además de contar con quejas de los propios antreros que se sienten extorsionados.

Lo que se ve no se juzga, al menos dos asesinatos han ocurrido en burdeles de la 11 sur, cerca de Azumiatla, concretamente en un bar que no tenía por qué estar abierto. Sobre la misma 11 sur operan otros, a la altura de la 105 poniente, uno más frente al Club de Golf, otros dos en bulevar Valsequillo, al menos tres en la salida a la carretera federal a Tehuacán, en los alrededores del Mercado Hidalgo, en diferentes colonias como Zaragoza y la Libertad; en las proximidades de la CAPU, etc., etc.