Reordenar el sistema de transporte público, hacerlo seguro y eficiente, es uno de los grandes retos del Gobernador Miguel Barbosa Huerta.
El monstruo de las mil cabezas presiona; sus concesionarios prometen, se comprometen, otorgan garantías y signan acuerdos, pero fallan a su palabra; traicionan sin miramientos; violan la ley y piden su protección en burda incongruencia.
Mano firme es lo que se espera.
Son cientos de miles de ciudadanos poblanos que creyeron, a pesar del malestar por el aumento al pasaje, en el ofrecimiento de transportistas de mejorar sus unidades, el servicio y sin echar mano de la piratería.
El engaño es de los concesionarios, hay que remarcarlo.
Nadie por encima de la ley, es la proclama de la Cuarta Transformación.