*Vale la pena publicitar en todos los medios el gran logro nacional e internacional,
que nada tiene que ver con oportunistas que pagan espectaculares con tinte electoral
(Diario ABC Puebla)
Por: Miguel Ángel García Muñoz
En aquel noviembre de 2020, parecía una utopía la propuesta legislativa del senador Alejandro Armenta Mier de impulsar la nacionalización del litio en México, con el apoyo invaluable del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien visualizó un proyecto inteligente con impacto nacional e internacional.
La propuesta de aquel entonces permitiría que México sea dueño de los medios de producción, explotación, extracción, comercialización, distribución y almacenamiento del metal; también se ofrecerían concesiones al sector privado, sin que esto alterara la rectoría del Estado mexicano.
Se hizo realidad la nacionalización del litio. El presidente lo firmó y dio certidumbre.
Baluarte en la cruzada es Alejandro Armenta, pero también la secretaría de Energía Rocío Nalhe.
Entonces, por qué no promocionar el logro en espectaculares, publicidad, radio, televisión, medios impresos y electrónicos de todo el país; de la misma manera, fomentar la lectura del libro sobre el litio del senador Armenta. Esto nada tiene que ver con campañas electorales adelantadas que están haciendo oportunistas políticos que no pueden ocultar su desesperación por ser conocidos.
La propuesta del poblano Armenta planteó reformar el artículo 27 de la Constitución mexicana y considerar al litio como “propiedad exclusiva de la nación”. El metal es uno de los productos más requeridos en el mundo debido a que se usa para el desarrollo de baterías de dispositivos electrónicos e incluso de automóviles, así como en el sector médico.
Se contempló que gobiernos anteriores otorgaron al menos ocho contratos a firmas privadas los cuales serán revisados, diría más adelante en su conferencia de prensa matutina López Obrador.
“Nos abrimos a la asociación de empresas nacionales y extranjeras en la materia, pero resguardamos los derechos de la nación sin afectar oportunidades para el aprovechamiento de los yacimientos de litio, que habrán de ser un pilar para el desarrollo nacional y para bienestar de las comunidades y territorios donde el litio se localiza”, diría hace unos días el gobernador de Sonora Alfonso Durazo.
Mientras que López Obrador, señalaría durante la firma del decreto: “Lo que estamos haciendo ahora, guardadas las proporciones y en otro tiempo, es nacionalizar el litio para que no lo puedan explotar extranjeros ni de Rusia, de China ni de Estados Unidos. El petróleo y el litio son de la nación, del pueblo de México”.
El senador Alejandro Armenta se ha descubierto como un digno representante de la Cámara Alta, aunque duela a los envidiosos.