por: Miguel Ángel García Muñoz
En un acto desesperado por desacreditar a la Doctora e Investigadora Lilia Cedillo Ramírez, la han querido ligar al Rector Alfonso Esparza Ortiz, constituyendo un invento ante la falta de argumentos en la lucha por la sucesión.
Lo consigné hace un par de meses y lo reitero: Lilia Cedillo, está más allá de la politiquería barata. Es cierto, respeta como universitaria al Rector Esparza, pero nunca ha sido cercana y menos ha formado parte de su grupo que llegó con él a la rectoría ni del que lo acompañará hasta el último día de su encargo.
Creo, sin temor a equivocarme, que la Farmacobióloga nunca podría ser etiquetada como una imposición si ella fuera la elegida. Son los universitarios en su conjunto los que deciden y tienen la última palabra.
La investigadora se ha encargado de dar lustre a la Benemérita en materia de investigación seria y profesional, acaparando reconocimiento en su trabajo y en lo personal, sellando su nombre en la mente de trabajadores, académicos y estudiantes de la máxima casa de estudios. Nunca como ahora se le abre la posibilidad de participar por la sucesión rectoral, pero no hace campaña adelantada ni se promueve por capricho ni se brinca la disciplina institucional.
Respetuosa como es, camina tranquila Lilia Cedillo Ramírez.
Con su labor y trayectoria brillante ha puesto nerviosos a los aspirantes.
Honor a quien honor merece.