Por: Sofía Paz
(Diario ABC Puebla)
San Pedro Cholula.- Pocos días después de la inauguración de Ciudad Judicial en esta localidad, se consuma el asesinato de la priista Cecilia Monzón, mujer activista y Abogada que mantuvo una relación cercana políticos, pero también diferencias.
Santiago Momoxpan, Junta Auxiliar de San Pedro que ganó electoralmente el priista Joaquín Mexicano Michimani, se tiño de sangre ayer sábado en plena mañana bajo el rayo del sol. Seis balazos cobraron la vida de Cecilia.
Se desconocen los motivos del trágico suceso; la investigación está en curso en los casos que litigaba, en su incursión en movimientos feministas y en confrontaciones que tuvo con algunos actores políticos, se afirma.
La certeza es que, San Pedro Cholula, otrora un municipio donde reinaba la paz, se ha convertido en centro neurálgico de la delincuencia, privando la inseguridad.
No basta con el discurso de condenar el crimen de Cecilia Monzón. Pareciera un slogan para salir del paso. Se debe actuar y comprometerse en cumplir con la promesa de combatir la delincuencia, no sólo de parte del gobierno municipal, también del estatal y federal. Son recurrentes las denuncias y no pasa nada. Hoy, el crimen de Cecilia Monzón levanta la indignación porque era una mujer conocida en el ámbito social y político, pero los efectos son iguales por cada persona que es agredida, enlutando hogares y creciendo la incertidumbre.
Mientras, a nivel nacional, el discurso es cuidar a los delincuentes porque son personas que tienen derechos humanos.
Le da gusto al Presidente cuando se portan bien. ¿Cómo mide el Ejecutivo ese comportamiento?