RODERICK GARCÍA RAMÍREZ
Es complicado consolidar un nuevo gobierno, más cuando el camino de ascenso ha sido sinuoso y el trayecto que sigue es observado por sus enemigos en cualquier yerro, soslayando logros.
Miguel Barbosa Huerta, es uno de los mandatarios integrantes de la Cuarta Transformación que más dificultades ha encontrado desde antes de ser candidato. Ha tenido que enfrentar a fuerzas internas en MORENA; al corrupto morenovallismo que no ha muerto; al PAN que añora ganar la capital del Estado y luego el 2024; a varios medios de comunicación que gozaron de prebendas con Rafael Moreno Valle y Antonio Gali Fayad y hoy les duele haberlas perdido. A esto hay que sumar que le dejaron vacías las arcas en 2019 y la pandemia que ha destrozado por inercia la economía mundial.
No obstante, las mediciones colocan a Barbosa con una notable aceptación entre los poblanos, aunque las encuestas manipuladas digan lo contrario y los puritanos vean en algunas de sus frases un atentado a sus derechos y a sus buenas costumbres con rancia esencia conservadora.