Neymar opositó al trono del fútbol en la reedición de la pasada final de la Champions League. El brasileño quiere la ‘Orejona’ que se le escapó el curso pasado en Lisboa. Si en el Allianz Arena fue el mejor socio de Mbappé, en el Parque de los Príncipes se echó sobre sus hombros al PSG y al faraónico proyecto de Al-Khelaifi dejando una colección interminable de regates, de regalos a sus compañeros para que se midieran a Neuer y de remates a la madera.
No dio en la diana por puro azar. El mismo que quiere que no le dé la espalda en esta Liga de Campeones. El PSG pasó perdiendo (0-1) con el Bayern en otro partidazo de ida y vuelta, cargado de alternativas, en el que ganó Neymar. Vuelven a semifinales con una estrella brasileña brillando en todo su esplendor. Así, es normal que Lionel Messi quiera jugar con él. ¿Quién no?
Dos remates al palo y otro al travesaño en cinco minutos y un catálogo interminable de regates, quiebros, pases medidos, defensores persiguiendo su sombra, distribución, visión de juego, arrancadas… Neymar es un espectáculo. Un show. Pochettino frotó la lámpara ante el Bayern y el genio brilló en Múnich y en París. Con su calidad, doma el balón a su antojo. El Bayern únicamente le pudo parar con faltas… cuando le pillaron. Con regularidad y sin lesiones es imparable. Uno de los mejores sino el mejor. Y ya cuando se junta con Mbappé y Di María…
El Bayern se cansó de rematar (31) y de centrar al área (44) en el Allianz… y el PSG triunfó en Múnich (2-3). Los de Pochettino remataron tres veces al palo y acumularon ocasión tras ocasión en la primera mitad… y Choupo-Moting marcó el 0-1 para los de Flick. El campeón alemán y el francés dejaron una eliminatoria de cuartos formidable que se decidió en un alambre. Un cruce para el recuerdo. El Bayern rozó el pase al final… pero no hizo el 0-2 que le habría llevado a semifinales. Tampoco el PSG pudo marcar en sus contras el 1-1 que habría cerrado su clasificación. Todo en el aire. Emoción al cuadrado.
El Bayern nunca se rinde. Da igual que nieve, truene, esté sin Lewandowski o juegue en París. El conjunto bávaro tiene en su ADN una Champions que ha conquistado seis veces y buscó la remontada en el Parque de los Príncipes sin reservas. El 2-3 de la ida tras su frustrada exhibición ofensiva no les lastró mentalmente. Buscaron el triunfo y se lo llevaron (0-1). Y se quedaron a un gol de pasar a semifinales. Sané rozó el triunfo y la clasificación. Keylor tuvo mucho trabajo. Un agobio para el PSG, al que apretaron hasta el final. Sin piedad. El campeón vendió cara su derrota.
Mbappé, Di María y Neymar han formado un tridente de nivel. Entre los tres fabricaron dos jugadas de altura con diferentes estilos. En la primera parte, a la contra, de forma eléctrica, el argentino encontró a la carrera al francés, que con dos rivales encima se la regaló al brasileño para disparara… frenándole Neuer. Y en la segunda, en estático, Mbappé levantó la cabeza en el área, se la dio a Di María para que superara a su par en una baldosa y regalara a Neymar un gol al que no llegó por un milímetro. De la ‘MCN’ a la ‘MDN’. Tres letras y un sinfín de recursos futbolísticos.
Remplazar a un delantero que acumula 42 goles en una temporada no es sencillo y Choupo-Moting cumplió con su parte. El atacante marcó en la ida y en la vuelta y demostró que tiene ‘punch’. En los cuartos de la Champions y ante un ‘coco’ como el PSG, el ‘9’ camerunés dejó su sello por partida doble. Un recambio de garantías para Lewandowski. Flick debe estar satisfecho.
Después de su doblete en Munich, Mbappé no pudo marcar en la vuelta. Rozó el gol en varias ocasiones y lo consiguió en la segunda mitad… en fuera de juego. Sus arrancadas no tuvieron premio esta vez. Podrá aumentar sus ocho goles en esta Champions League en semifinales.