La NFL está trabajando para poner en marcha su plan de llevar a cabo el Super Bowl LV con aficionados. El partido por el trofeo Vince Lombardi se jugará el 7 de febrero, incluso si la liga decide agregar una décimo octava semana a su temporada regular.
La NFL planea mantener la capacidad al 20 por ciento en el campo ‘Raymond James’, de Tampa, que normalmente tiene capacidad para 65 mil aficionados. Con asientos temporales, su capacidad podría haberse ampliado a casi 75 mil. Los ventiladores estarán en cápsulas a seis pies de distancia y se requerirán máscaras.
“La seguridad del público, los asistentes, los jugadores y el personal sigue siendo nuestra principal prioridad”, indica la liga a través de un comunicado. Agrega que “estamos trabajando en una serie de planes del Super Bowl, incluido el día del partido, junto con el comité anfitrión y los funcionarios gubernamentales y de salud pública locales y del condado correspondientes”.
“No hay una cifra de capacidad establecida en este momento, ya que continuamos monitoreando la pandemia con más de tres meses antes del Super Bowl, el 7 de febrero”, dice el texto.
Se indica que “Ha habido 19 equipos que ya han sido autorizados por las autoridades públicas para albergar partidos de temporada regular. El promedio ha sido de alrededor del 20 por ciento con los aficionados sentados en cápsulas y todos con cubiertas faciales”.
La liga agrega que “Entre los escenarios que estamos explorando hay una capacidad de alrededor de esa cifra, pero anticipamos que podría crecer a medida que nos acercamos al partido”.
Durante la temporada regular, la NFL ha dejado las decisiones de asistencia a los equipos en conjunto con las autoridades estatales y locales.
Mientras maniobra a través de la pandemia de coronavirus, la NFL ha mantenido abierta la posibilidad de retrasar el Super Bowl hasta cuatro semanas para completar su temporada regular.