Por: Nancy Pérez
se han desplomado, de acuerdo con investigaciones “Asesinatos de mujeres tan solo en la ciudad México”, del 2000 a la fecha se han cometido incontables feminicidios, en su mayoría continúan en la impunidad. Sin embargo, de acuerdo al último informe
del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, estos últimos tres años fueron llenos de sangre y más para las mujeres de escasos recursos, quienes de acuerdo a los
números son las principales víctimas, tomando en cuenta que la cifra aproximada
es de siete feminicidios por día.
Hablar de feminicidios nos remontaba a Ciudad Juárez, Chihuahua,
dónde desaparecían cientos y cientos de mujeres que a los pocos días
aparecían sus cuerpos abandonados en lotes vacíos, a las orillas de la
carretera, a la deriva; con marcas de tortura, violadas y en
otros casos mutiladas. Como sociedad no visualizábamos la magnitud de este hecho
y fue tanto así que siguió creciendo a lo que es hoy, a tener altos indicies de
feminicidios no solo en Cd. Juárez, si no en Morelos, en Puebla y en el Estado
de México.
Estos actos no solo reflejan la salud de la sociedad, si no la
ineficiencia de las autoridades para resolver estos crímenes, para castigar a
quienes lo hacen y evitar que sigan desapareciendo día a día más mujeres. Se deben
de implementar más acciones para lograr disminuir estos homicidios. Es
devastador que los feminicidios sean nota ya a diario en los medios, por el
creciente aumento de desapariciones.
Por desgracia las autoridades incompetentes no logran poner un alto a
esto, orillando a los familiares y amigos de quienes han sido víctimas de los
feminicidios, a comenzar una ardua lucha contras estos y la desaparición de
mujeres. Como sociedad creo que no deberíamos de esperar a que las autoridades
hagan algo (no lo han nada hecho en más de diez años) esto se ha vuelto ya una
tarea para nosotros y en su mayoría para las mujeres, para buscar justicia, para
frenar estos abusos y día a día implementar medidas de protección para nosotras.
Es muy triste que por ser una mujer de escasos de recursos, una madre
soltera, una estudiante vulnerable, por la fuerza y la edad o un ama de casa, o
por el simple hecho de ser mujer, tengamos que ser víctimas de tal violencia,
de tales humillaciones, de abusos y lo más triste, de la injusticia.
Feminicidio no es solo una palabra o
un número más para la lista; detrás de este término hay sangre, hay lágrimas,
hay maltratos, humillaciones, infinidad de violaciones, de abusos sexuales por
parte de algunos criminales hacia las víctimas. Hay mutilaciones, familias que
esperan la llegada de su madre o de su hija, esposos que no saben dónde está su
mujer; con la incógnita si encontraran su cuerpo o en el caso de encontrarlos;
con la impotencia de no poder haber hecho nada y peor aun sufriendo porque
tenemos un sistema que no es capaz de ejercer justicia. ¡Ya Basta!