Los decesos atribuibles al virus SARS-CoV-2 aumentaron 17% en comparación con diciembre, lo que representó su mayor alza desde agosto.
Las muertes por COVID-19 en la petrolera estatal de México se aceleraron en enero al ritmo más rápido desde agosto en medio de una segunda ola de infecciones en el país.
Los decesos en Petróleos Mexicanos (Pemex), aumentaron 17 por ciento en enero en comparación con el mes anterior, según datos de la compañía compilados por Bloomberg. Hasta 472 empleados y 13 trabajadores contratados han fallecido en total por el virus hasta el 7 de febrero.
A medida que el número de muertos en México por el nuevo coronavirus se colocó como el tercero más alto del mundo, solo detrás de Estados Unidos y Brasil, Pemex se ha convertido en una víctima de los esfuerzos del Gobierno para mantener la economía en funcionamiento en lugar de adoptar medidas más estrictas para combatir el brote.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se recuperó recientemente de COVID-19, se ha resistido a implementar cierres obligatorios como se ve en otros países. En cambio, ha seguido avanzando con planes para revertir las caídas de producción de petróleo a largo plazo en Pemex.
Las instalaciones marítimas han sido un foco de infección en Pemex, lo que contribuyó a una de las tasas de muerte más altas de empresas rastreadas por Bloomberg durante 2020. Las plataformas petroleras albergan a cientos de trabajadores en comedores abarrotados y dormitorios compartidos, creando condiciones que permiten que el virus se propague más fácilmente.