“Si ya tienen un par de zapatos, para qué quieren más”, recitaría en una de sus mañaneras el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Tener más de lo necesario es falta de ética, se le ha escuchado decir.
Sin embargo, se molesta porque a su hijo José Ramón López Beltrán se le descubre que vive en Houston en residencias de más de un millón y medio de dólares; que maneja automóviles Mercedes de lujo; que ve cine en sus salas particulares y nada en piscina climatizada, disfrutando la vida como potentado.
Y no es que esté mal que cada quien haga con su dinero lo que quiera, dando por descontado que es lícito, ganado con trabajo y esfuerzo, lo indignante es que López Obrador maneje un doble discurso, viendo la paja en el ojo ajeno, sin percatarse que tiene la viga en el propio.
La austeridad republicana no concuerda con López Beltrán ni causa gracia a 64 millones de mexicanos que viven entre la pobreza y la pobreza extrema
Tampoco convence que diga que la señora Carolyn Adams, su nuera, es dueña del dinero y que no tiene contratos con PEMEX, aunque haya pruebas. Me imagino que la guapa y joven empresaria vio en López Beltrán el adonis del que se enamoró y tiene que mantener, digan lo que digan. Seguramente desconocía que José Ramón es hijo del Presidente de México, huésped del Palacio Nacional que ordenó construir Hernán Cortés con la anuencia de la corona española.
Son millones de opiniones que aparecen en las “benditas redes sociales” que reprueban las evidencias expuestas en una investigación periodística. Lo peor: El discurso oficial pierde credibilidad, esa credibilidad que lo mantiene con índice de aprobación alto, lo que es normal a la mitad del sexenio de un Presidente, como sucedió con Vicente, Felipe Calderón y Peña Nieto que, por cierto, no han podido superar el de Carlos Salinas de Gortari.
Si algo faltara al desaguisado, la firma Baker Hughes aclaró que no tiene ninguna relación con la casa ubicada donde vivió José Ramón, quien habría dicho que la alquiló a la citada empresa.
Para hacer más patético el asunto, el radical Diputado Gerardo Fernández Noroña, saltó a los chingadazos, como acostumbra, para decir retadoramente: “¿Dónde está el problema?…López Beltrán compró las dos residencias sin necesidad de ocupar dinero del erario ni son producto de negocios al cobijo del poder”.
Perdón, nadie sabía que se había sacado la lotería.
Otra legisladora, con una boca muy grande, Patricia Armendáriz, dio el cerrojazo declarando: “¿De dónde sacan que la 4T tenemos que vivir a tortilla y frijoles; no entienden: Detestamos la corrupción?”…No, pues sí. Ha de ser complicado probar los refritos con totopos y bajarlos con agua, acostumbrada al caviar y vino francés.
Los frijoles y la tortilla son para los jodidos, a los que dice apoyar la llamada Cuarta Transformación.
“Por el bien de todos, primero los pobres”, se escucha sistemáticamente.
Es cierto, ya son 10 millones más y seguirán multiplicándose con el desastre económico y la inflación que impide a docenas de millones de mexicanos comprar la canasta básica, siendo el frijol y la tortilla sus principales alimentos, que se resiste a comer Patricia Armendáriz, so pena de que se le agrieten los pies que calzan zapatos Prada.
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LA SECRETARÍA DE HACIENDA se tardó lo que quiso, esperando hasta el último minuto para responder con una negativa a la petición de soltar presupuesto al INE para ejecutar, como exige la Constitución, la Revocación de Mandato. “No hay dinero para eso”, le mandó a decir a Lorenzo Córdova, mediante un escrito firmado por el Procurador Fiscal, Arturo Medina, funcionario de quinto nivel.
Vaya, hasta Carla Humprhey, que se había mantenido cauta, alejada de hacer comentarios, se atrevió a expresar que esto es un trato indigno de la SHCP al INE que, por su parte, hará lo que pueda; es decir, si instala el 35 por ciento de casillas, es para lo que le alcanzará.
Si hay acusaciones de boicot, tendrá que recaer en los que no cumplieron con lo que dicta la Constitución, con los que dictaron las leyes y las violentaron.
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EN SAN PEDRO CHOLULA se quejaron permanentemente del gobierno municipal inepto y abusivo que encabezó Luis Alberto Arriaga Lila. Lo mejor que hizo fue cambiar de sentido el tránsito vial de la calle principal y desfalcar las arcas.
Pero lo dejaron ir como si nada.
Arriaga Lila, se pasea como si nada debiera, esperando incorporarse a otro Partido si MORENA no le abre la puerta a cualquier cargo donde pueda seguir enriqueciéndose. Cabe añadir que ha pasado por 5 Partidos el ex Presidente Municipal, en un claro oportunismo, huérfano de ideología y decencia.
Los votantes hicieron a un lado a Julio Lorenzini, considerando que un ex priista y morenovallista, aliado de Alejandro Oaxaca Carreón, no merecía ser Presidente Municipal.
El apoyo fue para Paola Angón, quien apenas ha cumplido los 100 días de gobierno que marcan la ruta que recorrerá el municipio en su trienio. No obstante, los ataques a su persona y administración joven, son constantes. Para desgracia, algunos de ellos se gestan desde adentro y otros son maquinados afuera, ambos para no permitir el éxito de la panista y la posibilidad de su reelección.
Paola Angon, debe tener la certeza que está obligada a repartir su tiempo entre la administración del erario, la atención a los ciudadanos, realizar obras que dejen huella y ejercitar la política. Nada de esto se puede descuidar, porque las consecuencias pueden ser dañinas al máximo.
El enemigo está al acecho.
Seguramente lo tiene identificado.