En junio próximo 6 entidades tendrán nuevo mandatario.
A nivel nacional está desatada la sucesión presidencial.
Lo mismo en los Estados donde habrá cambio de estafeta en 2024, siendo en septiembre de 2023 cuando arranque oficialmente el proceso electoral.
En Puebla, surge la necesidad imperiosa de Ignacio Mier Velazco por ganar espacios; filtrarse en círculos de poder y mandar a golpear a sus enemigos a través de la prensa que financia. Ha llegado al colmo de soltar el “borrego” de que el chalán en su periódico Cambio, Arturo Rueda, aspira a la Presidencia Municipal de Puebla.
¡Hágame favor!
Si desea usted vomitar, hágalo.
Tan jodida está la cosa por ese lado que Ignacio Mier quiere ser Gobernador y su lacayo Alcalde. El primero, protector de delincuentes, corrupto y corruptor a gran escala; el segundo, chantajista, tlacoyero, administrador de reputaciones. Lo mismo sirvieron al PRI, que al PAN morenovallista y actualmente a MORENA.
Aunque usted no lo crea, tienen simpatías entre los que se dicen columnistas que han sido empleados del gobierno y que ahora añoran atinarle al “bueno” para ser beneficiarios en la próxima administración estatal.
Hay que contar entre ellos a Carlos Macías Palma, Carlos Clemente, Jesús Ramos, Gerardo Pérez García, entre otras “lumbreras” que se dicen cercanos a Nachito Mier y a su eterno “secretario”, José Ángel Pérez García.
Se han confabulado en el golpeteo al Gobernador Miguel Barbosa Huerta y a su equipo de trabajo. Un día le pegan al Director del Registro Civil, Manuel Carmona Sosa; luego a la Secretaria de Gobernación, Ana Lucía Hill Mayoral; le tunden al Secretario de Educación, Melitón Lozano Pérez; despotrican contra la Directora de Comunicación Social, Verónica Vélez, etcétera. Así van recreando su agenda.
Les filtran información funcionarios menores del Tribunal Superior de Justicia y el verdadero cerebro que mueve a Ignacio Mier Velazco. No me pregunte usted si Néstor Camarillo, líder del PRI estatal y algunos de sus allegados, tienen que ver.
Debilitar a Barbosa, es la opción primordial; luego, Alejandro Armenta Mier y Eduardo Rivera Pérez.
Pero, con qué valor moral los citados columnistas se lanzan a la crítica, muerden, aparentando ser propietarios de una incólume trayectoria. Hablan contra la corrupción y han formado parte de ella.
Macías Palma, clava los dientes siempre en la mano que le dio de comer. Es lo mejor que aprendió.
Carlos Clemente, abyecto al poder en turno, le duele estar al margen.
Jesús Ramos, hombre sin palabra, atendiendo indicaciones de su jefe Fernando Manzanilla, sirve a la causa de Ignacio Mier.
Arturo Rueda, prestanombres con pasado y presente oscuros, promociona a Nachito y cubre sus aberraciones.
Gerardo Pérez García, debería entender que sus antecedentes lo condenan, que van desde la traición a su propia familia, hasta hacer del dinero fácil su dios.
Quizá debo recordarle a Gerardo, con todo detalle, que él fue uno de los que firmó una carta que publicó El Heraldo de México en Puebla, tratando de denigrar al Maestro y auténtico Periodista Ángel García López, mi padre que, siendo Director de El Sol de Puebla en la época dorada con el Coronel José García Valseca, rescató de la nada a muchos que luego hicieron del Periodismo su modo de vida.
O quizá recordarle su paso por la SEP y un bochornoso manejo de cheques del magisterio que pudo tener un desenlace terrible para él.
O recordarle su estancia en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, con Marco Antonio Rojas Flores de titular, donde la corrupción e impunidad se pasearon desnudas.
O recordarle su estancia en El Sol de Puebla, desprestigiando la profesión de Periodista que hoy presume.
O recordarle el chantaje al Maestro Eudoxio Morales Flores, defraudando la confianza que le brindé para trabajar en Centro Radio bajo la dirección de Marco Antonio Ponce de León, costándole otra espantosa equis y la salida vergonzosa de El Heraldo de Puebla donde ya tenía un espacio que yo le asigné siendo Director.
O recordarle que apostó por Marco Antonio Rojas Flores para ser Gobernador de Puebla en contra de Manuel Bartlett Díaz, despotricando hasta la saciedad. Ironías de la vida: Terminó recomendado sirviéndole mediocremente al hoy Director de la CFE durante su campaña presidencial en el año 2000.
Viéndolo bien, no voy a tocar a fondo, por el momento, esos temas; habrá tiempo.
Los viejos de la comarca afirman que la ropa sucia se lava en casa.
Yo digo que hay veces se tiene que lavar en público, igual que se hacía en los Lavaderos de Almoloya.
La traición es inaguantable.
Hay hígados que no la soportan.
POSDATA: Me da la impresión que el plan B en la BUAP era María del Socorro Grajales Porras, entonces Secretaria General, para llegar a la Rectoría.
Dicen que la hermana de Carlos Macías Palma era su jefa de prensa.
¿Será que había un doble juego?
Con razón, Carlitos, presume que lo apapachan.
POSDATA 2.- Juan Carlos Lastiri, es el priista que tiene mucho que contar de su pleito con Periodistas que desembocó en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje.