Un reconocimiento monumental a la ineficiencia e ineficacia merece la Presidenta Municipal, Claudia Rivera Vivanco.
También hubiera fracasado como árbitro de fútbol, una de sus pasiones.
Ocupó durante 3 años consecutivos, en el rating nacional de las 100 peores Alcaldesas de ciudades importantes del país, el lugar 97.
Puebla, fue para atrás y, sin embargo, Clau, como le gusta que le digan, pretende seguir engañando incautos, agarrada de amigos poderosos, para conseguir nuevos cargos dentro de la política, al fin que la llamada Cuarta Transformación todo lo puede.
La herencia que deja, después de haber rendido su tercer informe, es para esconder la cabeza como los avestruces, pero es al revés, la soberbia la levanta.
Hizo campaña mintiendo y mintiendo se va. El PREMIO PINOCHO le pertenece.
Berta Luján, uno de sus apoyos nacionales dentro de MORENA, avala la gestión de la ignominia. La acompañó alentando la desvergüenza.
El centro histórico está convertido en un tianguis gigante.
La prostitución y los padrotes se amontonan en las calles y hoteles de paso desde el zócalo, la 5 de Mayo y la 14 poniente; es la zona de tolerancia ilegal que trabaja autorizada por los intereses monetarios de Claudia Rivera Vivanco, la peor Alcaldesa de Puebla en su historia.
Las calles están llenas de baches; el ambulantaje nunca fue reorganizado; la plaza de armas está en condiciones deplorables; incentivó las marchas LGBT, agrediendo inmuebles y al Congreso del Estado, usando su bandera para colocarla en el balcón del Palacio Municipal.
La inseguridad es uno de los peores desastres de su administración, llegando al enfrentamiento con el Gobierno del Estado porque le fue reprochada la falta de resultados y le pidió infructuosamente trabajar coordinadamente; el Grito de Independencia siempre lo quiso dar ella, duplicando la celebración, en lugar de llegar a acuerdos; era sabido que nunca respetaría jerarquías políticas.
Falsamente argumenta que perdió la elección en la búsqueda de reelegirse por prácticas arraigadas en boletas electorales, violencia de género y la ausencia de división de los Poderes del Estado.
¿Sabrá que la violencia de género también es contra los hombres?
¿Se habrá percatado que fue barrida en las elecciones por el candidato del PAN Eduardo Rivera Pérez?
¿No se dio cuenta que gobernó como quiso, cayendo en subejercicios, mientras las obras que ofreció nunca llegaron a colonias y Juntas Auxiliares?
¿Acaso no sintió el desprecio ciudadano?
¿Desde un principio fabricó su arca para meter en ella a los medios de comunicación que le iban a servir a cambio de prebendas, aunque su jefa de comunicación dice falsamente que no hubo distingos?
¿Serán aprobadas sin problema sus cuentas públicas?
No obstante, siempre habrá cupo para la mentira e ignorancia.
¡Bienvenida, Clau!, le dirán en MORENA.
Arribará cargando el PREMIO PINOCHO.