Los casos de la UDLAP y la UNAM son totalmente diferentes.
Mientras los Jenkins de Landa y el ex Rector Luis Ernesto Derbez desaparecieron 720 millones de dólares de la Fundación para depositarlos en paraísos fiscales, huyeron de México con una orden de aprehensión que no se puede concretar y ahora usan su carnet de ciudadanos norteamericanos amenazando con demandar a México, sí, a México, por persecución, el Rector de la UNAM, Enrique Graue, dice estar dispuesto a enfrentar cualquier cargo en su contra o que atente contra la autonomía universitaria.
Derbez, no sólo usó a la “UDLAP Jenkins Graduate School”, que casi nadie sabía que existía, para cobrar a la institución, localizada en Santa Catarina perteneciente a San Andrés Cholula, contratos millonarios por impartir 7 postgrados inexistentes y, por tanto, sin alumnos, de acuerdo al representante legal del nuevo Patronato, Rodrigo Gurza Cárdenas, además de llevar su tajada en la manipulación de la Fundación Mary Street Jenkins y de la UDLAP.
Los hermanos Roberto, Margarita, María Elodia y Juan Carlos Jenkins de Landa, con la doble nacionalidad, utilizan ridículamente al despacho Quinn Emmanuel Urquhart & Sullivan LLP, con sede en Washington, para denunciar persecución y despojo de la UDLAP por parte del Gobierno de Puebla y del Gobierno de México. Derbez, no quiere verse involucrado en esta demanda, dizque ajustada al capítulo 11 del TLCAN y al anexo 14-C del TMEC, pretendiendo aparentar que no tiene ninguna relación de negocios con ellos.
Se ha dicho que el Rector Enrique Graue es investigado, junto con funcionarios de su administración, por malversación de 20 mil millones de pesos de la UNAM; sin embargo, no se han presentado pruebas en su contra, no obstante que le siguen los pasos desde hace algún tiempo, advirtiéndose que la causa verdadera de poner en evidencia su trayectoria y prestigio, además de manchar a la máxima casa de estudios de la nación, es porque ha ido en contra de algunas declaraciones del Presidente Andrés Manuel López Obrador, además de no aceptar el supuesto destape adelantado de Claudia Sheinbaum.
Graue, está en México y enfrenta la realidad.
Los Jenkins, con órdenes de aprehensión, se olvidaron de su nacionalidad mexicana. Hoy, son más norteamericanos que el dólar, defendiéndose desde los Estados Unidos, aparentando ser unos distinguidos inversionistas extranjeros que son despojados de su dinero y propiedades en México.
El Abogado Carlos Serna, representante de Guillermo Jenkins de Landa, quien fue el que denunció en 2013 el atraco de su familia, ha dicho que la desesperación de los hermanos Jenkins los obliga a actuar de forma equivocada, sienten que se ahogan y recurren a todo.
Hoy, más que nunca, los hermanos Jenkins en fuga, añoran la figura de Rafael Moreno Valle Rosas que los protegió, al igual que Antonio Gali Fayad, quien habría recibido la encomienda de continuar con la impunidad, fórmula eficaz del morenovallismo.