¿Basta una acusación anónima ante la Fiscalía para perseguir a una persona, acusarla, encarcelarla y acabar con su reputación, aunque no se presenten pruebas ni se le enjuicie ni se le sentencie?
Casos ha habido muchos en la justicia a la mexicana.
Referente al ex Rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Alfonso Esparza Ortiz, el Juzgado Tercero de Distrito de Amparo en Materia Penal del Estado de Puebla, ha determinado que no existe evidencia de que la BUAP haya sufrido afectación de su patrimonio durante su administración. Así lo menciona el periódico Milenio al referirse a la resolución al Juicio 28/2021.
Antaño, había que comprobar la inocencia, lo que evidenciaba una aberración jurídica.
Hoy, a pesar de la reforma judicial, se violenta la presunción de inocencia, lo que prácticamente es lo mismo.
Algunos medios de comunicación trabajan por consigna, quizá bien remunerados, en el ataque sistemático contra Alfonso Esparza Ortiz desde que era Rector de la BUAP y ahora que dejó ser. Citan cifras sobre un desfalco a la universidad, pero se desconoce la fuente y tampoco se sabe si las aseveraciones son producto de una venganza o de un intento de socavar la autonomía de la institución.
¿La denuncia anónima qué validez tiene?
Las acusaciones del ineficiente Auditor Superior del Estado, Francisco Romero Serrano, han sido infundadas, al mismo tiempo que él es señalado de extorsión por Alcaldes a cambio de limpiar sus cuentas públicas.
La BUAP ha pasado satisfactoriamente todas las auditorías del Estado y la Federación.
¿Dónde están los documentos que demuestran que se defraudó a la máxima casa de estudios y agregar que todos los Rectores son corruptos?
Yo no soy Abogado de Alfonso Esparza ni mi tarea como Periodista es defenderlo, sino simplemente argumentar que no se conocen las pruebas que sustentan las acusaciones que se le hacen, al igual que a los Rectores que todavía viven, como Juvencio Monroy Ponce, Eduardo Jean Pandal, José Doger Corte, Enrique Doger Guerrero, Enrique Agüera Ibáñez y Alfonso Esparza Ortiz.
Sergio Flores Suárez, Luis Rivera Terrazas, Alfonso Vélez Pliego y Samuel Malpica Uribe, ya no pueden responder. Ir más atrás ni hablar.
POSDATA: Quien deba algo que pague, pero sin manipular y corromper la ley que desvirtúa la justicia.