REFLEXIONES
Hay que ser cínico, mentiroso y traidor, como Gerardo Islas Maldonado, para tener éxito en la política y acomodarse con el poder en turno.
Es la única forma de entender que siendo de los principales cómplices de la corrupción e impunidad de Rafael Moreno Valle Rosas y Antonio Gali Fayad, así como participante activo del escandaloso fraude electoral de 2018 en Puebla, que llevó a la gubernatura a Martha Erika Alonso Hidalgo por sobre Miguel Barbosa, sea aceptado de aliado de la Cuarta Transformación y de Andrés Manuel López Obrador, cuando fue uno de sus detractores furibundos.
El conocido “Tamagotchi” rindió una pieza oratoria, digna de la farsa y la estupidez, al asumir la Presidencia del nuevo Partido Fuerza Social por México. No solamente dijo que ganarán la elección de 2021 y llegarán fuertes a 2024, sino que lucharán por las causas de los pobres, mujeres, universitarios, campesinos, obreros, deportistas. ¡Puffff!
“Desde niño he tenido la pasión y la fuerza por servir y no hay mejor forma de hacerlo que a través de la política, que a través de la conciencia ciudadana para que podamos trabajar juntos en esta noble tarea de la transformación de nuestro país dañado a través de la violencia familiar, a través de vivir en carne propia los abusos de muchos hombres que se creen superiores a la mujer”. ¡Más pufff!
Seguramente se emocionó Sherlyn.
Sus palabras se estructuraron en notas pagadas en medios nacionales.
Quienes conocemos a Gerardo Islas Maldonado, sabemos lo que hacía de niño acompañando a su papá, el flamante “Licenciado en Periodismo”, recorriendo las oficinas de los gobiernos priistas donde cobraban, maña que se les quedó con el PAN de Moreno Valle y en el PANAL que les fue otorgado como regalo.
¿No me digan que ya se olvidaron las denuncias que hay en su contra por malversación de fondos en la Secretaría de Desarrollo Social?
Los vivales se ríen de las leyes pactando impunidad.
¿De qué sirve la impartición de justicia?
Creo que la sufren los pobres y los pendejos, sean o no culpables de imputaciones.
Seis días después de la elección de 2018, Martha Erika Alonso recibió la constancia de mayoría como nueva Gobernadora de Puebla. Era la coronación del fraude.
Martha Erika, hizo un llamado a todas las fuerzas políticas, incluidas las protestas de MORENA, a respetar la voluntad popular. Junto a ella estaba Gerardo Islas Maldonado, quien festejaba y gritaba consignas en contra de la violencia del Movimiento de Regeneración Nacional.
Islas Maldonado, estuvo entre los que gritaron “ASESINO”, durante la visita de la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, en la ceremonia que los panistas ofrecieron a Rafael y Martha Erika, luego de encontrar la muerte en terrenos de Coronango.
Tres días después del fatal percance ocurrido el 24 de diciembre de 2018, Islas Maldonado ofrecería una entrevista a un medio nacional y esto dijo:
“Rafael Moreno Valle fue un padre para mí. Nuestra relación fue muy cercana, más allá del trabajo político. Con Rafael, por ejemplo, platicábamos mucho de arte, platicábamos mucho en los tiempos libres de cosas fuera de la política. En los tiempos de trabajo era un experto en el ajedrez político, en la administración pública, un visionario de un México diferente. Publicó un libro de lo que él quería para México, que fue su legado, yo creo que se tendría que hacer una reimpresión de esta obra. Tuvimos con ellos viajes, compartimos experiencias. Con Martha Érika el compromiso de siempre ayudar a los más desprotegidos. Una persona muy justa, muy sencilla, que tenía perfectamente un conocimiento del Estado y de sus problemas. Yo la conocí hace muchos años, siendo muy chico y ella también muy chica, porque uno de sus hermanos se casó con una de mis primas. Y nunca supe que nos iba a reencontrar el camino cuando Rafael llegó a Puebla y empecé a trabajar con él. Mi abuelo era amigo de su abuelo, compartían el gusto por la charrería y Rafael ahora tenía el gusto por la charrería. Él fue siempre un impulsor para mí. Él me impulsó para llegar a Nueva Alianza, para ser presidente de este partido. Cuando él hacía las estrategias políticas después me nombró secretario de Desarrollo Social de su gobierno con grandes resultados, sacaba lo mejor de mí, los mejores talentos que yo no sabía ni que tenía. Él hacía que los encontraras, que siempre dieras lo mejor de ti y que no había nada más importante que servirle a la sociedad. Era un hombre que no permitía la corrupción, la deshonestidad, era leal con sus amigos, pero también era implacable con quien lo traicionaba, con quien tenía un doble juego. Era un hombre sano que hacía ejercicio todo el tiempo. Todos los días se tomaba sus vitaminas y proteínas. En todo momento se reportaba con su esposa”.
Hoy, Gerardo Islas Maldonado, “El Tamacotchi”, apodo que le impusieron sus amigos, es otro. Se olvidaron sus descalificaciones a MORENA, López Obrador y Miguel Barbosa.
¡Válgame Dios!
Hay docenas de denuncias contra morenovallistas que defraudaron las finanzas poblanas y dejaron endeudado el Estado.
Gerry, (ASÍ TAMBIÉN LE DICEN SUS CUATES), es uno de esos; no obstante, es de los nuevos fichajes de la Cuarta Transformación, la misma que combate la corrupción e impunidad.
directorabcd_reflexiones@yahoo.com.mx