En Chiapas y Oaxaca, hay simpatizantes y detractores del Presidente Andrés Manuel López Obrador y del Gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta.
Lo mismo puede ocurrir en los demás Estados.
Pero me refiero concretamente a esas dos entidades donde “casualmente” se genera información que primero se distribuye en medios locales y luego se filtra al entorno nacional, repercutiendo en Puebla donde están a la caza de López Obrador y Barbosa.
No tendría nada de raro, de no ser porque de esas regiones son oriundos algunos políticos que han trabajado para gobiernos poblanos y siguen teniendo intereses, principalmente porque no fueron beneficiados o no simpatizan con la llamada Cuarta Transformación, planeando su desaparición.
¿Qué políticos son de Chiapas y Oaxaca o tienen nexos allá, que han vivido o viven en Puebla, convirtiéndose en enemigos acérrimos de Andrés Manuel y Miguel Barbosa?
No es difícil descifrarlo.
Hemos dichos que la tormenta de videos, grabaciones, fotos, declaraciones, denuncias, no se detendrá hasta la elección de 2021. Luego, vendrá un receso corto que dará paso a los comicios de 2024 y la reanudación de la lucha sin cuartel.
¡La guerra sucia en todo su esplendor!
La feria de las traiciones y deserciones en todo su apogeo.
Paradójicamente existirán las lealtades que hay que saber identificar.
La serie de denuncias del gobierno de MORENA en contra de políticos de alcurnia; el congelamiento de cuentas; la detención de Rosario Robles y Emilio Lozoya, por la “Estafa Maestra” y Odebrecht; la exhibición de algunos Periodistas que se sienten ofendidos porque las canonjías se les acabaron; la exhibición de hoyos financieros que han destrozado las finanzas públicas, han tenido como réplica la filtración de videos de Pío López Obrador y ahora una información sobre David Amadeo Barbosa Huerta, hermano del mandatario poblano.
El hecho de que David Amadeo haya constituido desde 2010, con otros socios, su empresa Geotecnologías Bioterra de Chiapas S.A. de C.V., en Consorcio con Promotora y Desarrolladora Clave S.A. de C.V., ganando diversos concursos de licitación de obras en 2015 y recientemente otro en 2020, otorgado por el Centro SCT de Chiapas, les permite hablar de tráfico de influencias y de beneficio directo.
¿Es delito que un gobernante o funcionario tenga familiares con negocios propios?
¿Es delito ganar un concurso de obra dentro de los cauces legales de administraciones estatal o federal?
Delito es robar, defraudar, pedir moches, chantajear, sobornar, sembrar evidencias y matar.
Lo chistoso de estas “denuncias” mediáticas es que no hablan de corrupción ni impunidad.
Tampoco distinguen que cada quien es responsable de sus actos, por muy hermanos o familiares que sean del gobernante en turno, el que sea.
Tampoco dicen que Pío López Obrador o David Amadeo Barbosa trabajen en la administración de sus hermanos.
Menos hablan de robo, chantaje, extorsión o sobornos.
Denuncias penales no aparecen en contra de ellos, pero sí el escándalo buscando indignar al ciudadano.
A inicios de esta semana me referí al priista Miguel Alcántara Silva, ex encargado de despacho de la SADER, quien fue filmado negociando recursos para su campaña por una Presidencia Municipal e impulsar a una mujer al Senado. No tardó en presentar su renuncia. Y si bien es hermano de Jaime Alcántara Silva, quien ha destacado en la vida política dentro del PRI, cada uno debe responder por sus acciones, sin dejar de reconocer que impacta por sus lazos consanguíneos.
Vamos con calma: Todas las denuncias o declaraciones, que son la comidilla diaria en México, tendrán que ser probadas. Nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario.
Y nadie, es nadie, incluyendo al rey del coñac, Felipe Calderón y su guardián Javier Lozano Alarcón, así como al mismo Emilio Lozoya y a los responsables de desaparecer 241 millones de la “partida secreta” del gobierno poblano, entre docenas más que están en el ojo del huracán.
Las pruebas de corrupción saldrán, que no quede duda y serán castigados los que la deban.
Bueno, eso se espera.
La posibilidad de que todo quede en chisme vecindad es algo que los ciudadanos no aceptarían.
El resultado final será el triunfo o fracaso del nuevo régimen.
¿Usted, qué cree?
directorabcd_reflexiones@yahoo.com.mx