El diálogo y el debate de altura se impusieron en el Senado de la República a la descalificación y la ofensa.
No hicieron falta las amenazas ni el hostigamiento para franquear el paso a la Reforma Minera que tiene como punto medular el litio.
Grande la diferencia con lo visto en la Cámara de Diputados, en la pasada y actual legislaturas, donde nada más han faltado las mentadas de madre y los golpes.
El Senador Alejandro Armenta Mier, confirmó que es uno de los legisladores y políticos más completos en funciones, demostrándolo concretamente en la aprobación del proyecto de decreto de la Reforma Minera, que permitirá la prevalencia del Estado mexicano sobre el litio. Hoy, fue claro en sus conceptos, explicaciones, en la respuesta a las preguntas que le hicieron sus correligionarios y que, desde que subió a tribuna en 2020 a proponerlo y defenderlo, ha sido coherente y un estudioso profundo del tema.
El litio es un elemento estratégico en el desarrollo de México, así quedó consignado.
Por supuesto que no puede pasar desaperciba la actuación del Coordinador de la bancada morenista, Ricardo Monreal Ávila, hábil en el quehacer cameral.
Armenta, con el respeto que merece el recinto senatorial y los Senadores de todas las bancadas, enseñó que está empapado en el asunto elevado a nivel internacional, pues México está entre las 10 naciones con mayores reservas de litio, entre ellas Chile, Bolivia, Australia, Argentina, China, Estados Unidos, Zimbabue, Brasil y Portugal, siendo el Estado de Sonora, concretamente en Bacadéhuachi, la que concentra una gran riqueza, sin pasar desapercibido que se localiza también en Chihuahua, Zacatecas, Puebla, San Luis Potosí, Coahuila, etcétera.
El término “nacionalizar” quedó fuera de sus argumentos, pues todo lo que se encuentra en el subsuelo mexicano, por ley, es propiedad de la nación, enfocándose en la necesidad de que México debe ser rector en el manejo del citado mineral y su desarrollo, regulando la entrega de concesiones sin cerrar las puertas a la inversión pública y extranjera.
México, -citó- podría pagar su deuda externa si se la da un manejo regulador, íntegro y solvente en sus facultades en la explotación del litio.
Si hay necesidad de que se emplee tecnología del extranjero, se aprovechará, pero con beneficio de la nación, lejos del abuso o la marginación. En la actualidad, existen 31 concesiones entregadas desde el año 2000; es decir, desde los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, que deben resolverse por la vía legal para evitar litigios y confrontación con otros países que mantienen a sus empresas en territorio mexicano.
Por supuesto que no faltó la oposición en la discusión, siempre necesaria; igualmente, las dudas, los fantasmas de un posible engaño y los reclamos por la votación mayoritaria morenista.
La Reforma Eléctrica, fue rechazada el pasado domingo 10 de abril.
Nada que ver con la Reforma Minera, aprobada en lo particular y general por el Senado el martes 19 de abril.
Ojalá sea para bien.