DIEGO Y RODERICK GARCÍA RAMÍREZ
No hay registros de una marcha tan espectacular, ordenada y plena de convicción, como la realizada hoy en Puebla que congregó a miles de estudiantes, académicos y hasta padres de familia, exigiendo un freno contundente a la inseguridad, violencia y crímenes que han hecho presa a la sociedad.
Eficiencia y eficacia en estrategias solicitaron al Ejecutivo estatal, pero también más policías preparados, aplicación de la justicia y penas severas contra asesinos y delincuentes de toda índole, en lugar de dejarlos libres.
Puebla, se convirtió en el centro de la atención nacional y acaparó espacios en el mundo.
Concretas fueron las peticiones que quisieron desvirtuar grupos de interesados en convertir el escenario en una arena de confrontación.
Ni universitarios ni policías ni el gobierno cayeron en la trampa.
No hubo pintas ni agresiones ni represión, pero sí diálogo al final en Casa Aguayo.
Los Rectores de instituciones prestigiadas encabezaron los contingentes que partieron desde sus instalaciones para concentrarse en el Paseo Bravo y desde ahí caminar portando mantas, cartelones y playeras con leyendas que reclaman por el retorno de la paz y la tranquilidad. Hubo escuelas secundarias y de preparatoria que se fueron sumando al ejército estudiantil y de civiles; muchos padres de familia acompañaron a sus hijos en esta cruzada legítima, luego del cobarde asesinato de tres estudiantes, uno de la BUAP y dos de la UPAEP, así como un operador de UBER, en Santa Ana Xalmimilulco, Junta Auxiliar perteneciente a Huejotzingo, ocurrido el pasado 23 de febrero.
Los dueños de comercios y restaurantes mantuvieron abiertos sus establecimientos e incluso algunos dijeron que regalarían alimentos a manifestantes. No hubo temor al saqueo; igualmente, los contingentes impidieron que se filtraran grupos de choque y vándalos que intentaron reventar el movimiento.
Se escucharon voces de provocación y algunas consignas que trataban de desviar el motivo de la marcha monumental, sin conseguirlo.
El Gobernador Miguel Barbosa Huerta, salió de Casa Aguayo y les dio la bienvenida, diciéndoles: “son muchos, son miles; sé lo que son los calles, porque yo también participé en manifestaciones; sé lo que son y lo que representan ustedes, ustedes son el futuro de México”. Los convocó a instrumentar estrategias de seguridad todos juntos y les señaló que les haría saber los avances en esta materia. Asimismo, recibió un pliego de peticiones.
Por ahí se vio a los Rectores de la BUAP, Alfonso Esparza Ortiz; de la UPAEP, Emilio Baños Ardavín; de la UDLAP, Luis Ernesto Derbez; de la Iberoamericana, Mario Patrón; de la UMAD, Job César Romero Reyes; de la Anáhuac, José Mata; así como el Vicepresidente de la Región Sur del Tecnológico de Monterrey, Pedro Grasa Soler.
Se solidarizaron universidades incorporadas y privadas, tecnológicos, centros escolares, el BINE, secundarias preparatorias, estudiantes de la Ciudad de México, Veracruz, Tlaxcala.
En el puerto jarocho hubo marchas al mismo tiempo que en Puebla.