RODERICK GARCÍA RAMÍREZ
CHIGNAHUAPAN, Pue.- Se perdió el conteo de los aplausos y vítores a favor de Andrés Manuel López Obrador y de Miguel Barbosa Huerta.
Ambos, caminan juntos por el bienestar del pueblo y la lucha incesante contra la corrupción e impunidad. Así lo patentizaron en esta población serrana, ofreciendo que la salud de la gente es prioridad, así como el progreso, la extinción de esas añejas prácticas del robo, del manejo oscuro del presupuesto público que aún se siguen dando, pero ya se sabe dónde está el problema, resaltaría el Presidente de la República.
Habrá una transformación profunda. Esto, significa una revolución que revierta las privatizaciones, que acabe con el nepotismo, el compadrazgo, el influyentismo, los moches, el huachicol. El pueblo es sabio y sabe lo que se necesita, por eso no habrá tregua contra las malas prácticas que beneficiaron exclusivamente a pequeños grupos rapaces y afectaron a los ciudadanos que trabajan y perciben bajos salarios.
Miguel Barbosa, Gobernador de Puebla, subrayó la importancia de luchar por el bienestar social; por la erradicación de la inseguridad; por reforzar las políticas de salud que requieren clínicas, hospitales, medicinas y personal capacitado.
El Estado poblano tienen de ejemplo al Presidente López Obrador y lo seguirá teniendo, seguros que la Cuarta Transformación dará resultado a pesar del conservadurismo que se opone.
Tanto el Presidente como el Gobernador, anunciaron una fuerte inversión en salud y seguridad; así como el impulso a preservar los valores y rescatarlos donde se han ido perdiendo. No más impunidad, declararían concordantes.
Asimismo, dijeron que la deuda pública es enorme en el país y la entidad poblana, comprometiéndose a que no crezca, señalando en su momento a los responsables de esta calamidad que frena el desarrollo.
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