¡¡¡Vaya, vaya!!! Aún falta mucho tiempo para comenzar a levantar la mano para la elección en el 2027 pero ya hay alcaldes, diputados federales y legisladores locales que ya se auto destaparon o bien, adelantaron que buscarán la reelección. ¿Whaaat? No llevan ni un año en el ejercicio del cargo y ya se vieron otra vez cobrando, diiigo, ya se vieron reelectos.
Si bien las aspiraciones de las y los políticos están ceñidas a los tiempos electorales, cuando se trata de ganar terreno en la competencia los tiempos legales les valen; aunque eso mismo les implique riesgos para sus pretensiones públicas.
Lo peor de todo es que esas conductas que tanto se criticaron en los políticos de antaño, hoy siguen siendo copiadas y superadas por las nuevas generaciones. Es decir que los actuales políticos que dijeron que eran distintos, hoy con sus comportamientos confirman que son iguales. ¡Aunque les cale, es la verdad!
Antes de pensar en repetir en el cargo, los actuales políticos en el ejercicio de una responsabilidad pública deberían estar centrados en dar resultados. También deberían estar trabajando en la próxima presentación de sus informes con motivo del primer año de ejercicio. Una vez presentados los resultados, que en sus dichos y balances superarán las metas establecidas y dirán que son las y los más chipocludos de la comarca, entonces sí ya podrían comenzar a “futurear”, antes de ello solo exhiben ociosidad por no decirle ambición.
Mientras el ciudadano y futuro elector que escucha a través de las noticias en cualquier medio que X o Y político del partido que sea, ya habla de su reelección, en lugar de generarle empatía o bien sumarse al proyecto del susodicho, solo genera el efecto adverso y los coloca en la lista negra de los votantes.
Las aspiraciones naturales de las y los políticos no son malas, sus planes son parte de un meta natural de quienes viven como profesionales de la política, pero deberían de guardar las formas. Aunque esté en sus planes y ya trabajen en la reelección, no hay necesidad de andarlo gritando y anticipando. ¿Para qué se andan exhibiendo? ¡¡¡Pero qué necesidad!!!
Ah y los partidos políticos a los que pertenecen esos adelantados, aunque avalen las aspiraciones, en la intimidad deberían de recomendarle a sus ejemplares militantes que sean mesurados y recordarles que “calladitos se ven más bonitos”.
¡Otra anécdota sobre el futuro!
Las líneas parentesco a veces pueden jugar a favor o en contra y en el caso de la política no es la excepción y eso queda claro a propósito de la discusión sobre el nepotismo rumbo al 2027 e incluso el 2030. Aunque hay que apuntar que aún falta mucho tiempo para andar promoviendo perfiles para esas elecciones, lo cierto es que el tema ya está en la mesa de la discusión.
El reciente “debate” sobre el parentesco del senador Ignacio Mier Velazco con el gobernador Alejandro Armenta Mier es un asunto que tendría que discurse hoy o después, pero al final el resultado será el mismo y ya lo anticipó el mismo mandatario cuando ofreció una disculpa a sus familiares con aspiraciones políticas porque por llevar alguno de sus apellidos, con base en la ley contra el nepotismo, no podrán ser candidatos en las elecciones ya mencionadas. En otras palabras: en 2027 y en 2030 los apellidos Armenta y Mier no estarán en las boletas electorales. ¡Ni hablar!
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