*Una telenovela sobre el plagio cuyo final aún está lejano
Por Raúl Torres Salmerón
Por más que parezca una telenovela, cuyo final está guardado muy en secreto, el asunto del plagio de la tesis de una estudiante de Derecho, Yasmín Esquivel, ahora Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), está en la disyuntiva entre la justicia y comparsa.
El viernes 20 de enero, el Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, dio un mensaje en vivo, a través de UNAM Global TV sobre el caso de plagio de la ministra Yasmín Esquivel Mossa.
Confirmó que no hay una normatividad vigente en la universidad que permita cancelar el título de la Ministra Esquivel, a pesar de que el dictamen de la Facultad de Estudios Superiores (FES) de Aragón en Ciudad de México, determinó que existe plagio en la tesis que presentó en 1987 para obtener el título de Licenciada en Derecho.
El MW Group, en otro interesante análisis plantea la interrogante del título de esta columna que solamente tendrá respuesta con el tiempo. El mensaje de Graue causó alta expectación en redes sociales debido al escándalo desatado por el plagio de la Ministra, quien pese a los señalamientos en su contra, ha aclarado que no renunciará a la Corte.
Un grupo de académicos pidió al Consejo Universitario de la UNAM retirar el título profesional de Esquivel. La Maestra Martha Rodríguez, quien fungió como su asesora de tesis fue despedida por la máxima casa de estudios.
Previamente, la Secretaría de Educación Pública (SEP) anunció que no le quitaría el título pues le corresponde a la UNAM. La titular de la SEP, Leticia Ramírez, aclaró que la Secretaría carece de facultades para intervenir. Además, la SEP coincidió con lo previamente dicho por el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, en el sentido de que la invalidación del título le corresponde a la UNAM.
En su declaración, Martha Rodríguez reconoció haber compartido el proyecto de tesis de Esquivel Mossa al alumno Edgar Ulises Báez Gutiérrez. También, subrayó que el hecho de que el alumno Báez haya presentado su examen 12 meses antes no significa que él haya sido el autor original, ya que reiteró que quien escribió ese proyecto denominado Inoperancia de los Sindicatos en los Trabajadores de Confianza del Articulo 123 Apartado A, fue la alumna Yasmín Esquivel Mossa.
Por su parte, Báez Gutiérrez ha dicho que denunciaría a Yasmín Esquivel por falsas declaraciones ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, en las que la ministra aseguró que contaba con un testimonio firmado ante Notario Público, en el que Báez aceptaba haber tomado varias partes de la tesis de licenciatura de la hoy Ministra.
La crítica a la UNAM, ante lo que los usuarios digitales consideraron una lastimosa indefinición, no se hizo esperar. Los internautas calificaron como tibio al Rector por no dar una conclusión definitiva de lo que pasará con el título profesional de la ministra.
En su discurso, Graue señaló que la Rectoría, depositada en mi persona, de ninguna manera evade su responsabilidad; mi actuar no es tampoco producto de postergaciones, timidez, temor o encubrimientos. El rector también enfatizó en una de sus intervenciones: No actuaremos de forma irresponsable en respuesta a presiones externas.
Es evidente que el prestigio de la UNAM está en juego. Es probable que el Rector Graue se enfrente a una encrucijada que va más allá de lo evidente, en torno al caso de la tesis plagiada.
Su aparente falta de decisión podría estar relacionada con el futuro de la máxima casa de estudios, dado que, en noviembre de este año, se elegirá al nuevo rector, Graue está obligado a manejar el tema con pinzas, hilar fino y evitar cualquier excusa que abra la puerta para que el Gobierno Federal meta las manos en el proceso sucesorio.
La disyuntiva es clara, salvar la reputación de la institución y evitar al mismo tiempo, injerencia política desde fuera, especialmente de la 4T y sus huestes.
Ante la percepción que este escándalo ha generado en la opinión pública, hoy está en juego el prestigio de Yasmín Esquivel y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. La imagen de la Ministra ha quedado afectada frente a la opinión pública y dicho golpe, ya sea culpable o no del plagio, implicará una carga en su reputación, que no podrá eliminarse.
El problema de fondo es que ese golpe se traslade a todo el Poder Judicial.
Una encuesta revela que 57 por ciento de las personas confían en la Suprema Corte de Justicia, mientras que 42 restante no confía. Respecto a la confianza en los Poderes de la Unión, la SCJN se encuentra en primer lugar, respecto a la Presidencia, cuya confianza se ubica en 57 por ciento y la Cámara de Diputados está en tercer lugar con 39 por ciento de confianza. El equilibrio de la defensa constitucional está en juego, toda vez que los votos de Esquivel en cualquier tema estarán altamente comprometidos.
Pese a la encrucijada en que se encuentra, la UNAM deberá resolver el asunto. Sentaría un muy mal precedente decir que toda persona que haya copiado en su paso por la universidad puede quedar impune.
Los ministros de la Corte deberían hacer pública su posición respecto a la permanencia de una integrante altamente cuestionada. El Gobierno Federal no debería lavarse las manos, dejando toda la responsabilidad en manos de Graue y su órgano de gobierno.
No obstante, ante el juego político que evidencian las posiciones públicas que, hasta el momento, han asumido los actores mencionados, la sociedad mexicana deberá presionar para que se tome una decisión política que evite un costo mayor para las instituciones de la República.
Las personas jamás pueden estar por encima del acuerdo social que establece la Constitución.
En fin, como dicen las coplas flamencas:
Yo le dije al tribunal
al verme allí amarradito:
robar por necesidad
no debiera ser delito.
—
Porque yo lo gobernaba
ganó mi barco velero.
Contra los mares luché,
y sin embargo no puedo
luchar con esa mujer.
raultorress@hotmail.com