Omar García Harfuch, nacido el 25 de febrero de 1982 en Cuernavaca, Morelos, es hoy una figura central dentro del gabinete de la presidenta Claudia Sheinbaum. Su trayectoria combina experiencia operativa, capacidad de coordinación y un historial de compromiso con la seguridad pública.
Su vínculo profesional con la presidenta se remonta a su gestión como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, etapa en la que fungió como Secretario de Seguridad Ciudadana y en la que sobrevivió a un atentado perpetrado por el crimen organizado. La imagen de aquel momento —Harfuch en una cama de hospital, con múltiples heridas, recibiendo la visita de la entonces Jefa de Gobierno— quedó grabada como testimonio de resiliencia y de un compromiso que trasciende coyunturas políticas.
En su actual responsabilidad, García Harfuch ha optado por un perfil discreto, privilegiando los resultados sobre la exposición mediática. Desde su llegada, y gracias a la reciente reforma constitucional impulsada por la presidenta, la Secretaría de Seguridad Pública Federal cuenta con facultades de investigación que fortalecen su capacidad jurídica para combatir al crimen organizado.
Puebla ha sido escenario de operativos relevantes. El 26 de enero de 2025, la Marina, la Guardia Nacional, la Fiscalía General de la República y la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana realizaron un operativo conjunto en el fraccionamiento La Calera, en la capital poblana, que derivó en la detención de doce presuntos integrantes de una célula criminal ligada al Cártel de Sinaloa y en el desmantelamiento de laboratorios de drogas en Tlaxcala.
El pasado 12 de junio, se informó sobre la captura en Puebla de un individuo buscado por el FBI, resultado de la coordinación internacional y de una comunicación directa con el director de la agencia, Kash Patel. Este nivel de interlocución, en un plano de respeto y trato igualitario con las agencias de seguridad estadounidenses, marca un precedente inédito.
Más recientemente, como parte de la estrategia nacional contra la extorsión —delito que aqueja de forma creciente a la sociedad— se logró la detención de cuatro individuos en el marco de la operación “Cofradía”. La relevancia de este hecho radica en que los detenidos formaban parte de la policía municipal de la capital, previamente infiltrada por grupos criminales. Tras meses de investigación y con la colaboración de las autoridades estatales, se concretó su aseguramiento.
Estos resultados reflejan que, cuando existe coordinación entre los distintos niveles de gobierno y se privilegia la acción sobre la retórica, es posible avanzar de manera efectiva en el fortalecimiento de la seguridad. Para los poblanos y para el país, estos hechos se traducen en una creciente confianza hacia las instituciones encargadas de la protección ciudadana.