*Se desmoronó la imagen de la improvisada que tiene tres matrimonios en su vida
(Diario ABC Puebla)
*Por Sofía Paz
Nadie podrá decir que el periodista Carlos Loret de Mola se prestó a exhibir la ineptitud política de María Lilly del Carmen Téllez García, quien pretende saltar del periodismo a competir por la Presidencia de la República.
Los soportes de la senadora seguramente escondieron la cara de vergüenza y decidieron retirarle cualquier patrocinio.
Conocida como Lilly Téllez, con tres matrimonios en su vida, acusada por sus compañera del senado de quitar maridos y de utilizar un pobre lenguaje en la defensa de sus tesis parlamentarias que producen vergüenza, aceptó hace unos días una entrevista con Loret de Mola, mostrando su incapacidad, su falta de propuestas, su ignorancia para crear una posible alianza de Partidos y centrando su estrategia en la posibilidad de encarcelar al Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien fue el que la invitó a incorporarse a la política en 2018.
Nunca pudo explicar sus propósitos de luchar por liderar el Poder Ejecutivo.
Se vio más bien un odio sobre López Obrador, al que elogió hasta el cansancio cuando le fue ofrecida la senaduría a la que debería renunciar por dignidad.
Despotricó contra el PAN, el PRI y el PRD, por haberse convertido en lo peor de la política, mentirosos y creadores de la gran crisis mexicana. Hoy, Lilly Téllez está afiliada al Partido Acción Nacional, quedando de manifiesto su falsedad y cinismo.
Si algo le faltara, hace unos días el senador Alejandro Armenta Mier le dio una lección de sensatez, respeto y conocimiento de la ley en la sesión ordinaria en la Cámara Alta.
Lilly Téllez, subió a la tribuna a lanzar ofensa y descalificar a todos los morenistas, lo que es un despropósito. Armenta, le interrumpió y le pidió terminar su intervención, lo que molestó a la panista, acusándolo de violencia de género y de quitarle minutos a su intervención.
Con la ley en la mano, el presidente de la Mesa Directiva le explicó que puede interrumpir a los senadores en sus intervenciones de manera respetuosa, conminándolos a actuar con mesura y sensatez.
Con un comportamiento de altura política, Armenta, dejó muda con su ignorancia a Lilly y descubrió sus patologías.
La senadora panista tuvo que callar.