El pueblo de México hizo, a partir de 1910, la primera revolución social del siglo XX. Ha transcurrido más de un siglo y este país sigue siendo subdesarrollado. ¿A qué se debe esto?.
Rusia, Cuba y China, que posteriormente hicieron sus propias revoluciones, comenzaron una vez logrado el triunfo, algo que parece no ser muy importante pero que en realidad si lo es: la alfabetización total y de calidad, de todo su pueblo. Un pueblo plenamente dotado de esas armas culturales vale el doble de uno que no ha logrado tal éxito. Lo que vale en cada nación es, fundamentalmente, su pueblo. El solo dar instrumento a cada hombre y cada mujer, ya aumenta la productividad y, consecuentemente, es el paso inicial para el desarrollo. México tiene todavía más de un 20 por ciento de analfabetismo y, lo que es peor, hay mucho más de 10 millones de mexicanos que aún no hablan el idioma español.
Pero si nos preguntaran cuál es el segundo paso para que una nación progrese, responderíamos que es tener un gobierno capaz, patriota, diligente y, sobre todo, honrado.
Y esta es la segunda causa del al atraso de México, que en la discusión de un tratado, el TLCAN (Tratado de Libre Comercio para América del Norte) demuestra, con su inseguridad financiera, que aún se encuentra lejos, más cada día que pasa, del anhelado desarrollo, característica esencial de las naciones adelantadas. Esto se debe a que eleva su producto interno bruto (PIB) en proporción matemática, en tanto que su población viene creciendo en proporción geométrica. La economía crece al 2 por ciento anual en tanto que el pueblo lo hace al 3 o más por ciento.
El dinero que se sustrae por la burocracia de todos tamaños es tanto (unos 500 mil millones de pesos anuales) según declara el ahora virtual presidente electo de México para el sexenio 2018-2024, Andrés Manuel López Obrador, de haberse empleado con honradez por los políticos y burócratas en general, podría ser, en total, y calculando un promedio moderado de 100 mil millones de pesos anuales, sólo por los últimos 50 años, nos daría un total de 5 BILLONES (millones de millones de pesos), cantidad tan elevada que de haberse aplicado en la construcción de escuelas, carreteras, hospitales, fábricas, etc., habrían convertido a México en una nación verdaderamente moderna, próspera y feliz.
Estos datos, que son conservadores, son una prueba de que la corrupción de políticos y burócratas, ha sido y es la responsable del atraso nacional.
Por eso es importante que el próximo gobierno de México se dedique a combatir con todas sus fuerzas tanto la corrupción directa, como al derroche, a las inversiones equivocadas. Para que no haya necesidad de seguir pidieron dinero prestado, a razón de 150 millones de pesos diarios, según admitió la Secretaría de Hacienda el 30 de diciembre pasado y, al revés, exista el dinero necesario para ir pagando una deuda externa de casi once billones de pesos que es un pesado lastre para el país.
En resumen: moderar el gasto para ajustarlo a los ingresos, abonar a las deudas externa e interna del gobierno y abandonar toda clase de derroches como éste que fue publicado por los periódicos en días pasados y que parece increíble: los 300 diputados federales salientes a fines de este año, recibirán, cada uno, un millón de pesos como “gratificación” por su agotador (?) de sus tres años de descansar plácidamente en sus curules y eso solamente las veces que acudieron a la sesión que fue, en la mayor parte de los casos, lo que realmente no ocurrió.