El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este miércoles la retirada de sus tropas terrestres en Siria, después de asegurar que Estado Islámico había sido derrotado. En este análisis, el periodista especializado en Defensa y Diplomacia de la BBC Jonathan Marcus advierte de las consecuencias de esa decisión.
Hasta ahora, la posición oficial de Estados Unidos ha sido que sus fuerzas permanecerían en Siria para asegurar la derrota de Estado Islámico (EI).
“Nadie está declarando misión cumplida“, había dicho Brett McGurk, el enviado especial de EE.UU. a la coalición mundial para derrotar al EI, hace tan solo dos semanas.
Pero en los últimos meses se ha ido imponiendo una nueva narrativa, sobre todo entre las voces más estridentes de la política exterior del gobierno de Trump.
El argumento es que una presencia de largo plazo en Siria ayudaría a contener a Irán y a contrarrestar la creciente influencia de Rusia en la región.