Acciones conjuntas por aire y tierra para proteger el medio ambiente.
En respuesta a los incendios forestales registrados en la región limítrofe entre Puebla y Tlaxcala, el gobierno del estado, bajo la instrucción del gobernador Alejandro Armenta, desplegó desde las 07:00 horas de este 16 de abril un operativo coordinado por aire y tierra para combatir las llamas y proteger la riqueza natural del territorio.
El mandatario estatal informó que en estrecha coordinación se da tratamiento oportuno a los incendios, ya que hasta la fecha se han apagado casi 180 incendios.


El esfuerzo incluye la participación de dos aeronaves (una de ellas equipada con helibalde para descargas de agua), más de 100 combatientes forestales, así como elementos de la Policía Estatal, Guardia Forestal, Secretaría de Marina, Protección Civil Estatal y autoridades del municipio. También se estableció una estrecha coordinación con el gobierno del estado de Tlaxcala.
Desde el Centro de Mando, encabezado por la secretaria de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial, Rebeca Bañuelos Guadarrama, junto al Coordinador de Protección Civil, Bernabé López, y el titular de CONAFOR en la región, Juan Carlos Trejo, se definieron las acciones estratégicas para enfrentar la emergencia, que ha sido agravada por los fuertes vientos y las altas temperaturas.
Durante las labores, con el “helibalde” se realizaron 37 descargas aéreas de agua sobre el incendio en la zona del Citlaltépetl, contribuyendo significativamente a su contención. En uno de los incendios registrados, se reportó preliminarmente la afectación de 14 hectáreas.
El vicealmirante y secretario de Seguridad Pública del estado destacó que, al detectarse incendios de gran magnitud, se gestionó de inmediato la intervención aérea con helicóptero y se enviaron 140 elementos especializados para contener el fuego de forma rápida y eficiente.
La secretaria Rebeca Bañuelos reconoció el compromiso y valentía de los combatientes forestales, quienes trabajan en condiciones extremas para salvaguardar los ecosistemas de la región. Los especialistas en sitio han establecido que la prioridad es sofocar completamente el fuego, para luego iniciar la evaluación de los daños a la biodiversidad.