*Nadie tiene derecho a trastocar ni violentar la autonomía universitaria

Por: Roderick García Ramírez
“Nadie tiene derecho a trastocar ni violentar la vida de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla ni de ninguna universidad pública o privada; quien lo haga, deberá responder ante la ley; el gobierno del estado es respetuoso absoluto de las instituciones educativas y su autodeterminación, pero también sabe su responsabilidad en la prevalencia del derecho y la justicia en la sociedad”.
De esta manera contundente fue el mensaje del gobernador Alejandro Armenta, luego de informar a medios de comunicación que la organización Antorcha Campesina está metida en los paros y atropellos en la BUAP, aunque argumenta que nadie le controla y que tampoco obedece consignas, lo que, evidentemente, no es cierto.
¡Fuera manos de la BUAP!, diría el mandatario.
“Diálogo sí, chantajes no”.
El gobierno estatal no tiene ningún interés en meterse en la vida universitaria; guarda respeto absoluto.
Los estudiantes, los ciudadanos, los maestros están siendo agredidos al igual que la educación.
No tienen cabida los intereses mezquinos en la universidad que es modelo académico y científico a nivel nacional e internacional.
Al respecto, se han soltado una serie de especulaciones sobre los quehaceres en la Benemérita; sobre el relevo o la reelección de la rectora Lilia Cedillo que ha hecho un destacado trabajo; sobre grupos externos que obedecen a intereses malsanos para intentar desquiciar a la institución.
Inexplicable que de momento la universidad dejó de ser un referente educativo para algunos grupos de choque que, por lo mismo, al prestarse solamente para sembrar la insidia, han sido incapaces a dialogar y menos a presentar pliegos petitorios de las facultades que se fueron al paro.
El movimiento desquiciante ha sido fabricado con fines políticos.
La autonomía universitaria no impide la intervención de las fuerzas del orden, siempre y cuando la institución así lo requiera, porque el gobierno del estado es respetuoso de su soberanía.
Nadie está por encima de la ley.
¿Quiénes están detrás del conflicto?
¿Las manos negras han sido identificadas?
Esas mismas manos deben estar fuera de la BUAP.