Germán Andrade, el interno que perdió la vida dentro del penal de San Miguel, será enterrado en una fosa común debido a que sus familiares no han reclamado su cuerpo. Según informes oficiales, Andrade, originario de San José Tenango en Oaxaca, no tenía parientes cercanos en Puebla que pudieran hacerse cargo de sus restos.
El fallecimiento de Germán ocurrió el pasado miércoles, cuando fue reportado como desaparecido en su celda, ubicada en el dormitorio E, celda 17, del mencionado penal. Tras un operativo realizado por las autoridades penitenciarias, se localizó el cuerpo en el tanque de la planta de tratamiento de agua del centro de reclusión.
El rescate fue llevado a cabo por bomberos y personal de Protección Civil, según detalló Francisco Sánchez, titular de la Secretaría de Seguridad Pública. Actualmente, la causa de su muerte está siendo investigada. Las autoridades aún no han esclarecido las circunstancias de cómo el cuerpo de Germán terminó en el tanque de agua. En tanto, su cadáver será enterrado sin la presencia de familiares que lo reclamen.
El 19 de marzo, la Secretaría de Seguridad Pública había confirmado una presunta fuga de un recluso en el Centro Penitenciario, y más tarde se confirmó que el mismo individuo había fallecido dentro de las instalaciones.
Germán Andrade no era ajeno al sistema judicial, ya que en varias ocasiones había sido detenido por delitos relacionados con el robo. En una de sus detenciones, fue arrestado mientras perpetraba un atraco en la empresa “Alambre Magneto”, ubicada en la 9 Norte 2802, en la colonia Santa María, Puebla. Junto a él fueron aprehendidos Carlos Santis Jiménez, de 26 años, y Miguel León Sallas, de 42 años, ambos residentes de la colonia La Loma.
En otro episodio, Germán y Carlos Santis fueron detenidos por la Policía Municipal de Puebla, esta vez por un robo a un negocio de acumuladores en la colonia Santa María la Rivera.