Roger Federer, que no jugaba un torneo oficial desde que cedió en los cuartos del US Open con Grigor Dimitrov, regresó este martes a la competición con victoria en la segunda ronda del Masters 1.000 de Shangái. El suizo, en un evento que parece suyo por la cantidad de promoción que le dedica, derrotó a Albert Ramos por 6-2 y 7-6(5), en 1 hora y 24 minutos.
Es difícil ganar al campeón de 20 grandes en una superficie hecha a su medida y que es la más rápida de todas las de cemento del calendario ATP. A pesar del buen momento de Ramos, el helvético hizo valer su contundencia en el saque para no conceder una sola pelota de ‘break’. Así era muy difícil para el pupilo de José María Díaz repetir la sorpresa de la edición de 2015.
A Federer le valieron dos roturas, en el quinto y el séptimo juego de la manga inicial, para tomar la delantera en el marcador. Tampoco dio tregua en la continuación a pesar de que Ramos le tuteaba en los largos intercambios. El miembro de la ‘Armada’ dispuso de una renta de 1-4 en la muerte súbita pero Roger la neutralizó con la maestría que le caracteriza y con constantes subidas a la red.
El tenista de Basilea se medirá ahora con el ganador del partido entre David Goffin y Mikhail Kukushkin.