*Nada tiene que ver con “Anexos”
Luis Enrique Quintero
En ninguna parte del programa de la Central Mexicana de Alcohólicos Anónimos, aparecen los llamados “anexos” en los que son encerrados por espacio de tres meses o más los que sufren esta terrible enfermedad y de los que se cuentan historias verdaderamente terroríficas, por lo que esos lugares de privación, son rechazados por la misma central que trabaja en más de 150 países alrededor del mundo, salvando vidas.
Dos miembros de A.A., Jorge y Fabián, fueron entrevistados la mañana de este lunes en el programa Reflexiones RADIO, quienes se desmarcaron de los citados anexos y resaltaron que lo que los grupos de A.A. hacen es tener juntas diarias con un máximo de dos horas durante las que sus integrantes intercambian sus propias experiencias. Nada de encierros, golpes o baños de agua helada, por decir lo menos.
Jorge, del grupo “28 de Febrero”, ubicado al sur de la capital poblana, destacó que el único requisito para ser miembro de alcohólicos anónimos es el deseo de dejar la bebida, pues no se pagan honorarios ni cuotas, no se discrimina a nadie por su nivel económico o social, por su religión o por sus preferencias sexuales.
Por su parte, Fabián, un joven que empezó a beber muy temprana edad, indicó que en estos momentos lo que más lamenta es el hecho de que los jóvenes y ahora niños desde los diez años estén cayendo en las garras del alcohol, por lo que gobierno y sociedad deben mirar más hacia ellos, como ya lo está haciendo el presidente López Obrador.