El periodismo se ha convertido, en muchos casos, en objeto de intereses mal sanos, prevaleciendo el sensacionalismo y el amarillismo.
La falta de ética y profesionalismo de algunos medios hadesatado la falta de credibilidad y seriedad.
El periodismo atraviesa distintas crisis: grupos de “cuatreros” que se han dedicado a chantajear y atacar sin fundamentos a los que consideran sus enemigos, incluyendo al Gobierno, pensando que un celular los convierte en periodistas.
Están equivocados. Son años para poder sobresalir, algunos por estudio, otros por el don con el que nacen.
Los verdaderos periodistas escasean y los chantajistas pululan sin recato.
Algunos se jactan de ser escritores, otros desinforman y dedican su tiempo a intentar extorsionar para poder comer, justificando ser el cuarto poder y así sacar provecho de unaprofesión que se ha ido deteriorando con el paso del tiempo.
Recuerdo los años en que tener un medio escrito era por méritos, profesionalismo y experiencia. Leer una columna era realmente interesante.
Cabe resaltar que no todos los reporteros o periodistas son de la misma calaña, algunos tratan de hacer un buen trabajo, honrando la profesión y a sus ancestros que heredaron buena escuela, sin dejar de mencionar a los que, siendo periodistas de antaño y con buen cartel, se han dedicado a chacalear para conseguir sus objetivos.
Las víboras se han dedicado a buscar por dónde entrarle al Gobierno encabezado por Alejandro Armenta. No se detienen ante el fracaso. Un Gobierno bien estructurado, con un gabinete capaz y sólido, con la experiencia y estudios necesarios para poder entregar buenos resultados a los poblanos, no cede a chantajes y ataques mediáticos.
Al mismo tiempo, el periodismo sigue siendo tan necesario como siempre. Así como, siempre será necesario ser lector.
Está en nosotros diferenciar entre un buen periodista y un golpeador que avergüenza el periodismo en aras de un beneficio.
A muchas les va quedar el saco, otros se lo pondrán y algunos no se lo quitarán gracias a su gran cinismo.