Por: Miguel Ángel García Muñoz

¿Desde cuándo dejó de repartir sobre amarillos, Héctor Sánchez Sánchez, entre sus “amigos” que le elogiaban como el non plus ultra del Poder Judicial?
Esos mismos “amigos” le dan hasta con la cubeta, cuando antes le dedicaban portadas completas en sus mediocres medios elogiando su trayectoria, su brillo de Magistrado y los casos peliagudos que resolvía al estilo de Toby la “Araña” de las historietas de la Pequeña Lulú. Uno de esos casos patéticos es Gerardo Pérez García, pasando de adulador de Héctor a denunciarlo de utilizar su propio despacho para litigar jugosos asuntos que llegan al Tribunal, similar a la actuación que tuvo en la Secretaría del Trabajo Abelardo Cuellar, que le costó ser renunciado.
Es la hora de los periodistas advenedizos y traidores de emprender la huida y desconocerlo.
Héctor Sánchez, fue el “juez oscuro” en el aquelarre de diciembre 2018, donde rindió protesta Martha Erika Alonso Hidalgo como Gobernadora de Puebla, sucediendo a Antonio Gali Fayad. Todos vestidos de negro en una auténtica noche de brujos que tuvo un desenlace macabro 10 días después, horas antes de celebrarse la navidad.
Nunca pudo Héctor zafarse de sus ligas con el morenovallismo ni del galismo; tampoco de sus “amigos” que hoy lo destrozan; menos de los Magistrados como David Paz Moreno que filtra información a su suegro Gerardo Pérez.
Sánchez, quería llegar de titular en la reforma judicial, pero sus pecados lo rebasaron. Ahora, es testigo a lo lejos, escondido como delincuente y que la regeneración en el Tribunal Superior de Justicia no ha llegado en realidad, porque afirman -desde adentro- que sigue mangoneando Guillermo Pacheco Pulido, el experto en Derecho Constitucional y también ducho en eso de desaparecer presupuestos estatales, como hizo en 2019 con 91 mil millones de pesos, siendo Gobernador interino.
Igualmente, atestigua Héctor Sánchez la llegada de Olga Teutli a la dirección general de Administración y Presupuesto, ligada al Diputado Sergio Salomón Céspedes; que Margarita Gayosso, es manejada por Pacheco Pulido, como ya apuntamos; que Rosa Celia Pérez González, jueza del escándalo MarioMarín-@LidyaCacho e investigada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es la Secretaria Jurídica del TSJ y para completar sus gracejadas, siendo jueza de Zacatlán, liberó a un peligroso delincuente apodado “El Moco”; también que Jared Albino Soriano camina como si nada debiera, a pesar de que se comprobó la veracidad de los audios donde es sobornado por el presidiario Eukid Castañón Herrera.
Es obligación del presidente de la Judicatura, Carlos Palafox Galeana, no soslayar lo que está ocurriendo, poniendo en entredicho la reforma judicial y después lamentar no haber informado con prontitud y detalle.
POSDATA: Se rumora con insistencia que Héctor Sánchez Sánchez ya tiene orden de aprehensión y que el asunto lo lleva el despacho Zinser-Esponda-Gómez Mont en la Ciudad de México.
POSDATA 2: La jueza Rosa Celia Pérez González, en lugar de haber sido llamada por el caso Marín-Cacho y la liberación de “El Moco”, actualmente gana 55 mil pesos libres, tiene su chequera de gasolina, gastos de representación, se mueve como quiere y atiende sus asuntos personales que le dejan más que formar parte de una reforma judicial cuestionada.
POSDATA 3: Gerardo Pérez García, está entregado a Ignacio Mier Velazco. Lo presume; adelanta que será Gobernador; vende las reuniones que según él puede conseguir y, al mismo tiempo, atrás del cacique de Tecamachalco y cómplice de delincuentes, le dice a los armentistas que su gallo es Alejandro Armenta Mier. Acciones que provocan náuseas.
Nada que ver con su hermano José Ángel Pérez García, quien está con Ignacio Mier y así se mantiene sin dudarlo, más allá de sus nexos familiares políticos, pase lo que pase.
POSDATA 4: El Diario ABC Puebla y yo siendo director de El Heraldo de Puebla, di a conocer las fechorías de Héctor Sánchez Sánchez y de tantos otros morenovallistas. Lamentablemente, pensaron que era un invento o cuestión de fobias. Se equivocaron.