Esta fauna permite mantener un equilibrio ecológico en diferentes ecosistemas
La Unidad de Manejo Ambiental Konkon de la BUAP continúa con su programa de rehabilitación de aves para reintegrarlas a su hábitat natural. Durante casi seis años, ha logrado reintegrar a cerca de 50 individuos de diferentes especies. La más reciente fue la liberación de ocho aves en el Cerro Zapotecas, en San Cristóbal Tepontla, tras mejorar su peso, fortalecer sus músculos, sanar heridas y en algunos casos concluir su crianza.
Todas las aves reintegradas a la vida silvestre, señaló el doctor Andrés Estay Stange, titular de Uma Konkon, representan una parte importante para mantener el equilibrio ecológico de los ecosistemas, ya que por su tipo de alimentación ayudan a controlar plagas de roedores o insectos en campos de cultivos, además de contribuir a la eliminación de animales muertos que pueden ser transmisores de enfermedades, de ahí la necesidad de conservar este tipo de fauna.
Bajo la supervisión de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y con el apoyo del proyecto “VW Por Amor a México ch@vos 2020”, en fechas recientes, estudiantes de la Facultad de Ciencias Biológicas y el doctor Andrés Estay Stange se encargaron de regresar a la vida natural a dos lechuzas de campanario (Tyto alba); tres cernícalos (Falco sparverius); dos gavilanes cooper (Accipiter cooperii) -ave en categoría de riesgo con estatus de protección especial-, y por primera vez, un halcón peregrino (Falco peregrinus), una de las aves más rápidas del mundo.
Al respecto, el doctor Estay Stange recordó que a UMA Konkon han llegado en casi seis años de trabajo tres halcones peregrinos; sin embargo, por sus condiciones dos de ellos no lograron rehabilitarse y ser liberados, de ahí que esta vez se trate de un logro especial para el centro.
“Hemos recibido en los años que llevamos de trabajo a sólo tres halcones peregrinos. Con uno de ellos el problema fue que llegó con un disparo en el ala y una pata. El otro ejemplar tenía una fractura mal soldada en un ala, además de un traumatismo craneoencefálico muy fuerte que le originó una inflamación de ojos y por lo tanto pérdida de la vista. Esta vez, el halcón que liberamos llegó con problemas de desnutrición que le impedía levantarse, además de plumas recortadas, pero afortunadamente logramos una rehabilitación exitosa”.
Otra de las aves liberadas en esta jornada de 2021 fue una lechuza de campanario que terminó de criarse en Konkon tras caer de su nido. Esta especie llega a la edad adulta al cumplir un año, pero en el caso de los dos ejemplares que fueron reintegrados a la vida silvestre, aún estaban en la categoría de jóvenes. Las lechuzas de campanario, explicó el doctor Andrés Estay, las suelen asociar a ideas infundadas que las vinculan con la mala suerte o las desgracias, lo que provoca que sean atacadas sin razón.
En cuanto a los cernícalos, de acuerdo con registros de la propia Profepa, son aves que migran desde el norte del continente americano y se observan comúnmente durante el invierno en pastizales, praderas y campos de cultivo, además de ser una especie enlistada en el apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Actualmente, UMA Konkon alberga a más de 65 aves de 15 especies diferentes, provenientes de Puebla y Veracruz, principalmente, las cuales han sido canalizadas a través de la Profepa y bajo el registro de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Esta noble labor, en colaboración con el Hospital Veterinario de Pequeñas Especies de la BUAP, representa para los integrantes de Konkon una oportunidad de liberar en casi seis años de trabajo a unos 50 individuos de distintas especies, además de ofrecer a los estudiantes herramientas directas de aprendizaje y líneas de investigación para sus tesis.
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