Ante tanta delincuencia, el ciudadano ya tiene armas para defenderse de un delincuente o ladrón que ingrese a su vivienda para atacarlo, asaltarlo o asesinarlo, sin temor a ser procesado penalmente por parte de las autoridades.
Esto, a partir de que el Senado de la República, aprobó la figura de la legítima defensa en la reforma al Código Penal, que a la letra dice: “la cual permitirá que ante la intromisión de algún intruso a la vivienda (ladrón, delincuente, o no) que atente contra la integridad física o bienes patrimoniales, el morador podrá defenderse sin ser procesado penalmente”.
La propuesta fue aprobada por unanimidad de los senadores el pasado lunes 23 de septiembre. Los moradores podrán defenderse de algún asalto o robo con violencia.
Tome nota: el documento describe que las víctimas podrán golpear, herir, incluso matar al delincuente, sin temor a tener ser procesado legalmente.
Es decir, cuando un intruso llegue a una casa habitación, quien esté en la casa puede repeler esa agresión, de cualquier manera bajo cualquier circunstancia y utilizando los mecanismos o los elementos que tenga a la mano y de ninguna manera puede ser imputado penalmente.
También, dicha medida aplicará para los policías, esto luego que algunos elementos usan el uniforme para cometer algunos abuso de autoridad y allanar los domicilios.
ROBO A VIVIENDAS Y NEGOCIOS.
Puebla, en el primer bimestre del año, ocupó el primer lugar en robo a casa habitación con violencia; segundo, en casos de violación equiparada y tercero en robo con violencia a negocios.
Esto, de acuerdo a cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), que marca la violencia que enfrenta la capital del estado gobernada por Morena a través de Claudia Rivera Vivanco llegó a su primer informe bajo la acusación de apapachar en su administración del ayuntamiento a morenovallistas y galicistas, panistas y priístas.
Las estadísticas no mienten de qué la ciudad está en los primeros lugares nacionales en secuestro, violencia familiar, abuso sexual, robo a transeúnte con violencia y robo de autopartes sin violencia.
Triste realidad en medio de los discursos y promesas de mejorar la seguridad de los poblanos.