Ricardo Henaine Mezher, lo grita cuando se trata de indemnizar a trabajadores: “prefiero pagar a los abogados que darles mi dinero”.
Esta ha sido siempre la forma como el empresario poblano aplica su política laboral en los negocios en los cuales es socio o dueño, teniendo en su contra una gran cantidad de demandas por las que paga a sus abogados para que lo amparen y no liquide a los trabajadores de acuerdo a la ley.
Esto es lo que sucedió en EL HERALDO DE PUEBLA, ya que desde que lo adquirió a José Gutiérrez Vivó, advirtió a reporteros, fotógrafos y personal administrativo que eran alrededor de 30, a través de sus representantes, que llegaba a sacarles todo para hacer un buen diario.
No tardó mucho, en que empezó a dar de baja a casi la mitad con liquidaciones miserables.
Los que se opusieron, los aburrió y mediante amparos, evitó pagarles, a pesar de que algunos de ellos como Bonfilio Mendoza, ganó el pleito y es el momento en que no ha recibido su liquidación.
Lo mismo sucedió con otros de sus compañeros, como Germán Benítez.
Henaine Mezher, se burla de la justicia.
En varias ocasiones sus lamentos han sonado huecos, cuando ha señalado que “soy un empresario bueno, no malo”.
Sin embargo, sus prácticas señalan esto último.
Ahora, lo que anda diciendo en su defensa, es que el diario ya no le era negocio.
Y como iba a ser negocio, si él mismo lo llevó a la bancarrota, por haber sido un empresario que se hizo de muchos negocios que le regaló el ex gobernador del PRI, Mario Marín Torres, sin arriesgar su dinero.
Es por eso, que EL HERALDO DE PUEBLA, fue perdiendo fuerza y credibilidad ante la opinión pública al descubrirse sus nexos con el marinismo, lo que le costó ser un perseguido por Rafael Moreno Valle, a quien siempre atacó a través de su diario por haberle quitado el aeropuerto Hermanos Serdán, el terreno de Valle Fantastico, el inmueble en comodato del Mesón de Cristo, el equipo de la Franja. Por todos ellos, recibía millones de pesos a lo que se acostumbró y de ahí su enojo contra el ex mandatario panista.
Su reciente maldad, despedir a los pocos trabajadores y entregar el diario a quienes antes eran sus enemigos, con la negra intención de que se acomoden con el nuevo gobierno de Miguel Barbosa Huerta con lo que ya llaman el nuevo HERALDO DE PUEBLA, para sacarle contratos de publicidad y convenios.
Vamos a ver si Barbosa Huerta se deja.
VAMOS A LO BUENO.
A Miguel Barbosa Huerta, le llegó la hora de la verdad.
Su inquebrantable decisión de gobernar a Puebla y a los poblanos, lo lleva a colocarse en el centro de atención local, nacional e internacional, dado que recibe una entidad con todos los problemas que dejó el autoritario Rafael Moreno Valle Rosas.
Si bien Guillermo Pacheco Pulido, calmó las tormentosas aguas, no es suficiente a todos los males que todavía existen.
Barbosa llega con un gabinete que ha calificado de “mujeres y hombres profesionales, honestos y comprometidos con nuestro Estado”.
Más todo inicio de un gobierno, está lleno de optimismo, confianza y compromisos.
En cada uno de ellos, el gobernador constitucional pondrá todo lo que está en juego de lo que ha considerado como “la gran tarea de gobernar Puebla”.
Durante la selección de los primeros integrantes de su gabinete, varios de ellos declinaron a su invitación, por lo que tuvo que recomponer.
Su gobierno empieza con 20: en la secretaría del Trabajo, Abelardo Cuéllar Delgado; Desarrollo Rural, Ana Laura Altamirano; Medio Ambiente, Beatriz Manrique Guevara; Planeación y Finanzas, María Teresa Castro Corro.
Secretario de Gobernación, Fernando Manzanilla Prieto; en Transportes, Guillermo Aréchiga Santamaría; Infraestrctura, Heliodoro Luna; Contraloría, Turismo, Bienestar y Economía, Karen Berlanga Valdés, Fabiana Briseño Suárez, Lizeth Sánchez García y Olivia Salomón, respectivamente.
En Salud, Jorge Humberto Uribe; Miguel Ildefonso Amezaga, encargado de la Seguridad en Puebla; Rodrigo Osorio, jefe de la Oficina del gobernador; Ricardo Velázquez, Consejero Jurídico; y Salomón Kuri Contreras en la Secretaría de Administración.
Leonor Vargas, titular del Sistema DIF estatal y Verónica Vélez Macuil, Comunicación Social.
En Cultura, Julio Glockner Rossáinz, y la responsable de la Secretaría de Equidad Sustantiva de Género, Mónica Díaz de Rivera Álvarez.
Todos bajo la lupa de los poblanos.
TOXQUI Y BARBOSA.
Dos hombres han sido los responsables, principales, en la historia de Puebla, que han llegado en el momento más neurálgico de la vida política y social a cambiar el rumbo para bien de hombres y mujeres.
Alfredo Toxqui Fernández de Lara, fue gobernador del estado con una clara emergencia social que la había incendiado por los conflictos de Gonzalo Bautista O´Farrill como mandatario y la comunidad universitaria.
En su toma de posesión destacó su frase: “Olvidar, odios y rencores”.
Así lo hizo.
Durante su administración –luego de 20 meses del gobierno interino de Guillermo Morales Blúmenkron, también apaciguador-, fue un ejemplo de gobernar.
Todo cambio.
Ahora, llega otro hombre en las mismas condiciones de emergencia social, que tendrá que trabajar mucho para lograr lo que ha anunciado de borrar de las mentes de los y las poblanas el negro pasado del autoritario Rafael Moreno Valle Rosas.
Tiene cinco años y medio para hacerlo.
Sus frases lo respaldan:
“Nunca más el poder para hacer negocios y obtener riqueza”.
“Vamos a fortalecer el orgullo de pertenecer a Puebla”.
Barbosa, tiene sobre su espalda, todo el peso de un estado dañado por el morenovallismo.
Recibe un deuda por más de 44 mil millones de pesos, que es parte de los abusos de Moreno Valle Rosas por obras fastuosas y costos inflados.
En efecto, como el mismo lo expresa: se acabó la pugna política.
Ahora, a gobernar.
De aquí en adelante, escribirá la nueva historia de Puebla.
Ojalá y sea por bien de la sociedad, que tiene puesta toda su esperanza en él.
Por ahí nos vemos.