Indonesia ha comenzado con un ambicioso plan de vacunación contra el COVID-19; sin embargo, esta estrategia no contempla en su primera etapa a los adultos mayores; es decir, personas mayores de 60 años.
Diversas naciones a lo largo del mundo continúan aplicando la vacuna contra el nuevo coronavirus COVID-19 y una de las principales estrategias ha sido inocular a adultos mayores de 60 años o más; sin embargo, existe un país que ha decidido no aplicar la dosis a sus ancianos, al menos en una primera etapa.
Indonesia ha comenzado a aplicar la vacuna contra el COVID-19 a través de un programa masivo y gratuito, pero su estrategia inicial ha dejado de lado a los adultos mayores.
En lugar de vacunar a las personas de mayor edad en una primera etapa, la vacuna se ha comenzado a aplicar, como en muchos países, a personal médico que combate al virus en la primera línea de defensa.
- Después del personal de salud la vacuna se aplica a trabajadores de entre 18 y 59 años.
El presidente de Indonesia Joko Widodo, de 59 años, se ha ofrecido como voluntario para ser el primero en la fila.
Por otra parte, el vicepresidente Ma´ruf Amin de 77 años no recibirá la vacuna, ya que forma parte de la población de mayor edad.
¿Por qué no se aplica la dosis contra el COVID-19 a este sector de la población?
El país asiático está desarrollando la estrategia “La Juventud Primero”, la cual establece que tiene sentido priorizar la inmunización de los trabajadores de 18 a 59 años.
Indonesia considera como prioritario vacunar a todos aquellos que salen de casa para cumplir con sus obligaciones.
El gobierno dirige esta primera etapa de vacunación a las personas que por sus actividades puedan propagar el virus a lo largo del país.
Este enfoque le dará al país la mejor oportunidad de lograr la inmunidad colectiva, algo que ocurre cuando una gran parte de una comunidad se vuelve inmune a través de las vacunas o la propagación masiva de una enfermedad.
“Ese es el objetivo a largo plazo, o al menos reducimos significativamente la propagación del virus para que la pandemia esté bajo control y podamos hacer que la economía vuelva a funcionar”, afirma el profesor Amin Soebandrio.
Indonesia, con una población de 270 millones, tiene el mayor número acumulado de casos de COVID-19 en el sudeste asiático. Según datos del gobierno, el 80% de los casos se encuentran entre la población activa y no entre los adultos mayores.
Más de la mitad de la población en Indonesia trabaja en el sector informal, por lo que para muchos trabajar desde casa no es una opción.
El gobierno se ha resistido a implementar cierres estrictos por temor al impacto en la economía del país, aunque escuelas y oficinas gubernamentales continúan cerradas hasta nuevo aviso.
¿Cuándo se aplicará la vacuna a adultos mayores?
A pesar de que los adultos mayores no están contemplados para esta primera etapa de vacunación, el gobierno de Indonesia ofrece apoyo y protección a los ancianos.
“Inmunizar a los miembros que trabajan en un hogar significará que no llevarán el virus ahí, donde están sus adultos mayores“, dijo la doctora Siti Nadia Tarmizi, portavoz del Ministerio de Salud para el programa de vacunación COVID-19 en Indonesia.
La mayoría de los adultos mayores de Indonesia viven en hogares intergeneracionales y, a menudo, es imposible aislarlas del resto de la familia.
“Entonces, es un beneficio adicional de este enfoque, que al vacunar a las personas de 18 a 59 años, también estamos ofreciendo algo de protección a las personas mayores con las que viven”, dijo.
Pero esto depende de que la vacuna evite que las personas porten el virus y lo transmitan.
El enfoque de Indonesia, consideró, necesitaría una absorción de vacunas muy alta: “al menos el 50% con toda probabilidad, para detener la muerte y la hospitalización de sus adultos mayores“.
“Es posible que si obtienen tasas de cobertura muy altas, habrá algún impacto en la transmisión, aunque obviamente todavía no lo hemos visto”.