- Mienten quienes aseguran que hubo mano negra en el proceso electoral del 28 de octubre
- Tratan de inmiscuir al gobernador y ofenden a la rectora Lilia Cedillo de entreguista
- Son comentócratas que se dedican las 24 horas del día a inventar chismes y publicarlos sin pudor alguno
A unas horas de que el Consejo Universitario (máximo organismo de gobierno de la BUAP), de a conocer los resultados y calificación de la jornada electoral de ayer martes 28 de octubre, algunos comentócratas siguen insistiendo y falseando a la verdad con aquello de que Alejandro Armenta,metió su cuchara en los dos más recientes procesos electorales desarrollados en la BUAP, que tanto en la elección del 10 de septiembre, dondeLilia Cedillo obtuvo por segunda ocasión la rectoría, como en la de ayer 28 de septiembre, cuando se eligieron a aproximados 700 Consejeros de Unidad Académica y a cinco directores facultad y 3 de preparatoria.
Según afirman en redes sociales y en algunos medios de comunicación, que María Guadalupe Morales Espíndola, por haber sido compañera de generación en la licenciatura de administración pública de la BUAP, fue apadrinada por el hoy gobernador, pero sin aportar ninguna prueba más que su corrosiva sospecha… e inclusive se atrevieron a señalar que no sería nada raro que en las otras siete unidades académicas también pudo haber influido en la imposición del responsable de la dirección.
De ser así, como afirman esas plumas irresponsables, entonces Arturo Peña Guzmán, hubiese ganado en la preparatoria “2 de Octubre de 1968”, porque da la casualidad que es hermano de Celina Peña Guzmán, la titular de la Secretaría de Humanidades, Tecnología e Innovación del Gobierno del Estado de Puebla.Arturo Peña inclusive fue visto en diversos actos de campaña en el 2024, cuando Alejandro Armenta hizo campaña para ganar la gubernatura. Sabemos que la votación estuvo bastante cerrada y que la maestra Irma García Ortega, ganó por su amplia experiencia como docente, además de los ocho años que se ha desempeñado como Secretaria Académica de la citada preparatoria.
Los comentarios de las supuestas intromisiones de Alejandro Armenta, en realidad ya se pasaron de la raya, porque no solamente falsean los hechos, sino que además ofenden a la rectora Lilia Cedillo Ramírez, quien según sus argumentos ya le entregó la universidad al gobernador… comentarios que dan risa por su pobre argumentación.
Podemos afirmar que tanto el 10 de septiembre como el 28 de octubre, la BUAP vivió ejercicios democráticos, que a nadie se le limitó su derecho a votar, que no hubo acarreados, compra de votos, ni mucho menos “Embarazo de Urnas”, “Operación carrusel” o el “Ratón Loco”… estudiantes, docentes y trabajadores no académicos acudieron a las urnas libremente, votaron y fueron parte de las comisiones electorales que contaron los sufragios en repetidas ocasiones, para confirmar a los legítimos y legales ganadores.
María Guadalupe Morales Espíndolaganó la Dirección de la Facultad de Administración, porque fue la candidata que convenció al electorado, así como Francisco Javier Báez Hernández lo hizo en la Facultad de Enfermería, donde tenía todo en contra, por ser hombre en una institución integrada al 90 por ciento con mujeres.
