En la mañana del lunes 5 de agosto, una reportera se levantó de su asiento colocado en el ala izquierda del salón Guillermo Prieto, el más grande e iluminado de Palacio Nacional, para preguntarle al presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la extorsión que acostumbran a realizar los periodistas y seudo periodistas.
De repente pareció percibirse un olor a tocino, la carne que sale de los cerdos. El aroma posiblemente surcó los aires de Puebla, cruzando los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl. El simple nombre de Arturo Rueda Sánchez es lo que despide confundido con el tufo a tlacoyos embarrados de manteca.
Así le dicen a Rueda, “doctor Tocino”. Lo peor es que el mote fue idea de sus propios amigos, los mismos que lo defienden diciendo que está arrepentido de sus fechorías, de sus calumnias, de sus excesos, de sus mentiras. Cortados por la misma tijera, nadie les cree.
El administrador de reputaciones, como se autonombró al extorsionar al priista Jorge Estefan Chidiac, fue sentenciado a 2 años 3 de meses de prisión, más lo que se acumule por las acusaciones que enfrenta de lavado de dinero, evasión de impuestos y negocios con dinero de procedencia ilícita.
Si quería fama nacional, ya la tiene, pues las mañaneras del jefe del Ejecutivo alcanzan 100 mil reproducciones diarias en las redes, más la audiencia en televisión abierta, la cobertura en radio y periódicos tradicionales.
Ha hecho todo lo posible por pasar a la historia negra y regresar a las sombras del penal, prefiriendo seguir cometiendo errores desde el hospital Ángeles donde era atendido por malestares físicos y terminó dando entrevistas a sus contlapaches que nunca han escondido sus dotes de mercenarios.
A la reportera solamente le faltó argumentar que el socio, amigo y cómplice de Rueda en el desprestigiado periódico Cambio, cuna de la extorsión y la maledicencia, es el próximo senador Ignacio Mier Velazco, quien no ha podido superar el fracaso de perder la candidatura a gobernador de Puebla.
Sus deseos de venganza puede más que intentar vislumbrar un futuro político promisorio.
Esto lo tenía que saber el presidente o quizá ya lo sabe.
LA PREGUNTA DE LA REPORTERA:
“Fíjese que por extorsión metieron a la cárcel a un periodista de nombre Arturo Rueda, del diario Cambio. Lo grabaron igual que a López Dóriga. Hay un video de prueba pidiendo 10 millones de pesos a funcionarios de Morena en el estado de Puebla. Estuvo unos meses en la cárcel, saliendo mediante una fianza y este sábado lo sentenciaron a casi 3 años de prisión, pues además del delito de extorsión de este supuesto periodista, lo acusan de lavado de dinero. Esto es muy común en los estados de la república y también aquí en la capital estas extorsiones por parte de unos comunicadores que tienen una pluma, una cámara, un micrófono. Entonces, presidente, yo le quiero preguntar si usted haría un llamado a los integrantes de su movimiento, precisamente a los integrantes de Morena. Obviamente, que se porten bien, que no anden en casos de corrupción”.
LA RESPUESTA DE LÓPEZ OBRADOR:
“Bueno, poco apoco se tiene que ir acabando todo ese periodismo mafioso o esas prácticas de extorsión que se dan en el periodismo y también en la política; en la administración pública y, como tú dices, en las empresas. Se tiene que ir avanzando para desterrar la corrupción en el país, en todos los niveles, todos los órdenes, todos los ámbitos”.
“Es el mal que más daña a un país, a una nación y hay que desterrarla. Se ha ido avanzando y espero que siga avanzado. Y también diferenciar lo que son los contratos de publicidad que son legales; que una empresa necesita publicidad con un contrato con el mismo gobierno que tiene que dar a conocer sus acciones”.
“Lo que está mal es que el dinero del gobierno o de las empresas se utilice para actos de corrupción. Por ejemplo: Proteger a corruptos, chantajear autoridades u obtener prebendas. Si no me das te voy a estar golpeando, calumniando, difamando”.
POSDATA: Jorge Estefan Chidiac, no es de Morena, sino del PRI.
El perdón que otorgó a Arturo Rueda Sánchez no absuelve al extorsionador. El delito de extorsión se persigue de oficio.
¿Estefan actuó porque se le ablandó el corazón, recibió una contraoferta o le llegó una orden desde las alturas?
POSDATA 2: No debe olvidar Rueda que, si le cambian las medidas cautelares benévolas hasta el momento, podría regresar a la cárcel.
No es preso político, es un delincuente.
POSDATA 3: ¿Qué dirá Néstor Camarillo del caso de su amigo Rueda?
El líder del PRI, casi senador plurinominal y falso político de estado, no tiene de indígena ni un cabello. La comunidad del Molinillo en Zacapoaxtla, lo desconoce y lo repudia.
El presidente López Obrador, ya opinó al respecto, reprobando la conducta del oriundo de Quecholac que sirvió de rodillas al morenovallismo.