Irse a Italia a jugar al fútbol es fácil, pero volver, luce muy complciado. En esa disyuntiva se encuentra Cristiano Ronaldo, quien no para de enviar mensajes de auxilio para que el Real Madrid lo fiche, pero este movimiento podría ser muy costoso para ambas partes.
La ley que implantó el Gobierno transalpino, muy similar a la que se aprobó en su día en España y conocida como la Ley Beckham pero ya derogada para rentas altas, sirvió para atraer talento y terminó de seducir a muchos futbolistas para hacer las maletas, pero Cristiano no se pudo acoger porque fichó antes de que se aprobara (entró en vigor el 1 de enero de 2020). Su principal ventaja es que tributan prácticamente a la mitad que en España en salario.
Por otro lado, Cristiano sí que se puede acoger ahora mismo a la tributación sobre los derechos de imagen en Italia. Le basta con pagar 100.000 euros para justificar sus millonarios ingresos por este concepto a nivel mundial y fue sin duda en su momento un gran aliciente para aceptar la oferta de la Juve, dado de que se trata del futbolista del mundo junto a Messi que más ingresa por este concepto.
Pero regresar a Madrid, sin embargo, implicaría prácticamente las mismas obligaciones fiscales. Ni siquiera la fórmula planteada por algunos asesores de mantener la residencia en Italia durante un año para no perder esas ventajas en sus derechos de imagen le serviría a Cristiano. Tanto España como Italia tienen renta mundial, es decir, tributas por toda la renta con independencia de donde la hayan obtenido. En base a este principio, en el hipotético caso de que CR7 firmara por ejemplo su contrato en el mes de agosto, el Madrid le puede retener hasta el 31 de diciembre al 19% como no residente, pero cuando el luso haga su declaración en Italia de 2021 tendrá que tributar adicionalmente hasta el 46%. En otras palabras, la ventaja fiscal en salario es nula aunque mantenga un año la residencia en Italia. En la práctica, aunque CR7 se bajara al sueldo hasta los 25 millones, al Madrid le seguirá costando casi 50.
En cuanto a los derechos de imagen, tampoco sería la gallina de los huevos de oro en ese primer año en el Madrid. Si bien es cierto que pagando 100.000 euros no tiene que pagar por las rentas de imagen a nivel mundial, es muy probable también que Hacienda le hiciera tributar como no residente, es decir, a ese 19% por parte de los ingresos de imagen que reciba durante 2021 y 2022. De hecho, el acta de Hacienda de delito fiscal de algunos de los futbolistas investigados nació de esta interpretación de la norma.
No hay por tanto un gran atractivo en la operación desde el punto de vista fiscal. Además, si Cristiano firmara por más de un año con el Madrid, en los siguientes ejercicios pasaría a ser residente en España y tributaría ya sus derechos de imagen como renta del trabajo, alrededor del 45% de sus ingresos por este concepto.
El Real Madrid, por otra parte, sigue soñando sobre todo con Mbappé y en segundo lugar con Haaland. Son más jóvenes, más caro el traspaso de ambos, pero menos salario en caso del noruego y más o menos el mismo que Mbappé. Y el fichaje de cualquiera de los dos, a efectos fiscales, sería el mismo que el de Cristiano.