Dos de las principales “corcholatas” se han enfrascado en un pleito rumbo a la contienda interna por definir la candidatura presidencial de Morena; sin embargo, dicha riña se remonta a varios años atrás
El partido-movimiento fundado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), Morena, actualmente es escenario de una disputa interna en la que se busca definir a la persona que abanderará al partido con miras a las elecciones federales de 2024, y posible sucesor de AMLO en la silla presidencial.
Las principales figuras aspirantes a ostentar la candidatura, denominados “corcholatas”, son la actual jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, y los secretarios de Estado, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López.
Sin embargo, dentro de la contienda también han destapado otros personajes sus intenciones por competir por la candidatura, como el diputado federal, Gerardo Fernández Noroña, o el coordinador de Morena en el Senado de la República, Ricardo Monreal Ávila.
Y, pese a que distintos instrumentos de encuesta van perfilando a las opciones más aplaudidas por el público, lo cierto es que aún falta bastante tiempo para que el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) dé a conocer el nombre de quién será su carta para competir en la próxima elección.
No obstante, a pesar del discurso de “unidad” que se ha impuesto desde que se inició la adelantada carrera presidencial tras las elecciones intermedias del 2021, dentro del partido guinda han arrancado varias confrontaciones, y quienes -como se dice en el argot popular- “traen pelito casado”, son Claudia Sheinbaum y Ricardo Monreal.
Los recientes embates entre ampos políticos morenistas se dieron luego de que la gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román, adelantó el pasado fin de semana que durante su programa conocido como el Martes del Jaguar, hablaría sobre el senador Monreal.
Y tras haberse retractado del anuncio para luego rectificarlo, Ricardo Monreal salió a expresar su molestia ante lo que consideró una amenaza. Además, acusó a Sheinbaum Pardo de orquestar ataques en redes sociales contra él y gastar una “escandalosa cantidad millonaria” en bots. Así, durante lo que va desde el auto-destape, no han dejado de lanzarse acusaciones.
Pero esta no es la primera vez que ambas “corcholatas” se enfrascan en una riña al interior de su partido, pues -de cara a los comicios de 2018- fueron protagonistas de otro conflicto del Sheinbaum salió vencedora.
Fue en 2017 cuando Monreal, Sheinbaum y Martí Batres competían por ser la o el contendiente de Morena a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, cargo que -como todas las candidaturas en Morena- se definió por medio de una encuesta entre militantes.
En aquel entonces, Claudia era jefa delegacional de Tlalpan, mientras que Ricardo era el regente de Cuauhtémoc; no obstante, la encuesta definió que la primera sería la abanderada de Morena. Dicha decisión no agradó a Monreal y hasta amenazó con dejar al partido.
El exgobernador zacatecano, quien en la actualidad se ha posicionado en contra de las encuestas como método de elección, en aquel entonces hizo un llamado a repetir el instrumento y cancelar aquel en el que se eligió a Claudia como coordinadora territorial de la capital y próxima candidata.
En entrevista para Ciro Gómez-Leyva, Monreal expresó: “Es probable que me separe de Morena. Mi ciclo está concluyendo, lamentablemente, porque entiendo y siento que el trato no fue digno. Gran parte no es por los puestos, es por la dignidad”. Sin embargo, tras dialogar con Andrés Manuel se quedó en el partido y fue uno de los coordinadores territoriales del presidente en aquella campaña. “Soy político y entiendo que los acuerdos a veces no se cumplen”, reveló.
Lo cierto es que Monreal no tuvo la mejor calificación al frente de la Cuauhtémoc durante su gestión desde 2015, además de que era un político ya conocido con un pasado priista. Por su parte, Claudia, tras haber sido delegada de Tlalpan y dejar el cargo con una valoración aceptable, era menos reconocida por la opinión pública, al tiempo que se ofertaba como “científica”, por ser doctora en Física por la UNAM.
“Si está en la boleta, ya le ganamos una vez”, reveló Claudia en entrevista con Javier Risco, afirmando que tras derrotar al zacatecano en la encuesta, le podría ganar en la elección si es que se lanzaba con otra fuerza política.
Al final, fue Sheinbaum la que ganó la candidatura y -el 1ro de julio de 2018- la jefatura de la CDMX, siendo beneficiada por el voto masivo que llevó a AMLO a la presidencia. Ganó con el 47% de los votos: más de 2.5 millones, mientras que su más cercana competidora, Alejandra Barrales (PRD, PAN y MC) se quedó con el 31% de los sufragios.
Por su parte, Monreal, quien coordinó la campaña presidencial de AMLO en 2012 y fue uno de los coordinadores territoriales en 2006, tomó la operación política en el centro y norte del país en 2018, sin contender por la CDMX o a algún otro cargo, ni con Morena, ni con otro partido.
Tras la victoria de Morena en el ejecutivo federal, en cinco entidades y obtener la mayoría en el Congreso de la Unión, Monreal tomó protesta como senador por la vía plurinominal y se hizo de la coordinación de Morena en el Senado.
Fue tras el “banderazo” de López Obrador en junio del 2021 a la carrera por la candidatura que varias voces al interior del Morena comenzaron a hacer eco de sus aspiraciones presidenciales, entre ellos, Claudia y Monreal; de nueva cuenta compitiendo, ahora por el ejecutivo federal.
En la actual disputa adelantada, el también presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en la Cámara de Senadores ha acusado falta de “piso parejo” para todos los aspirantes; incluso llegó a acusar que AMLO beneficiaba a las tres principales “corcholatas” al mencionarlas durante la mañanera y a él no.
Asimismo, cuandoLópez Obrador lo consideró entre los contendientes durante una conferencia matutina (cosa que no había sucedido), Monreal festejó, cantó y se puso con orgullo el letrero de “corcholata”.
No obstante, la cercanía de Monreal con AMLO se ha puesto en duda, pues hace algunas semanas el senador aseveró tener meses sin visitar al presidente, mientras que aseguró tener la comunicación con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quien también aspira a gobernar la nación. Por su parte, se la ha vistocercano a Marcelo Ebrard, otro de los contendientes.
En tanto, Claudia Sheinbaum ha mantenido su apego con el presidente, mientras que también tiene fuertes vínculos con otros personajes de la Cuarta Transformación, como con la secretaria General de Morena, Citlalli Hernández, o con la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, quien recién se lanzó contra Monreal.
Durante la riña actual, ambos competidores se han dejado de sutilezas y han hecho notaria su aversión frente al otro. En semanas pasadas, Claudia expresó: “No voy a entrar en discusión con el senador Monreal, él tiene su posición”, mientras que Monreal acusa favoritismo del presidente con Sheinbaum y una campaña de desprestigio en su contra orquestada por la jefa de gobierno, financiada con recursos públicos y supervisada por asesores extranjeros, como el español Antoni Gutiérrez-Rubí, quien recientemente fue contratado por el Gobierno de la CDMX.