Durante las últimas horas se fortaleció la hipótesis de una venganza o ajuste de cuentas en el caso del asesinato del joven empresario ejecutado el viernes pasado en la ciudad de Tehuacán, región hundida en la violencia por el crimen organizado.
El fin de semana el ahora occiso, de aproximadamente 35 años de edad, tripulaba su moderno automóvil Mazda CX-3 cuando fue interceptado por dos sujetos que manejaban una motocicleta desde donde le dispararon aparentemente con la única intención de asesinarlo y no para robarle como han señalado algunas autoridades.
Los hechos sucedieron en la carretera que conduce a Teotitlán y luego a la ciudad de Oaxaca, a la altura del fraccionamiento San Diego, en San Diego Chalma, municipio de Tehuacán, donde el conductor originario de Altepexi donde se dedicaba a actividades empresariales, fue ultimado de varios balazos.
De manera extraoficial, elementos de la Fiscalía General del Estado señalan que todo indica que se trató de un asalto para robarle su automóvil y dinero en efectivo que llevaba consigo para el pago de salarios y otros gastos, pero que el ahora occiso se opuso al robo y los asaltantes decidieron matarlo.
Sin embargo, resulta evidente que los sicarios iban tras él pues cuando le dieron alcance en la motocicleta lograron emparejarse con su automóvil para dispararle inmediatamente y privarlo de la vida. Luego huyeron.
Este hechos se suma a una larga lista de ejecuciones, feminicidios y atentados que tienen su origen en el mercado negro de combustible, el llamado huachicol.